UBI RIVAS
El secretario general del PLD, doctor Reynaldo Pared Pérez, calificó de Vulgar chantaje la actitud de algunos senadores en resistirse a que la judicatura investigue acciones sospechosas de algunos funcionarios del anterior gobierno perredeísta. En efecto, algunos senadores del PRD, es menester reiterar, no todos, decidieron el día diez del presente mes, no aprobar bonos internos por $8,822 mm, como tampoco validar la designación por el presidente Leonel Fernández del comunicador Miguel Angel Velázquez Mainardi como embajador en Chile, que el gobernante designó en octubre.

Resulta una actitud miserable y enana, por demás retaliativa de algunos senadores, pero lo más preocupante de este fárrago lastimoso, es que evidentemente procura crear un manto de impunidad en relación de algunas inconductas de personeros del PPH, como es el caso de los invernaderos que involucra al ex-titular de Agricultura, agrónomo Eligio Jáquez y otros funcionarios más de ese sector.

El PRD, que dispone de una mayoría mecánica congresional aplastante, como la aplanadora aquella del presidente Juan Bosch en 1963, deplorablemente ha usado todo ese paquete de poder para exclusivamente modificar la Carta Magna para reintroducir la desgracia lacerante de la reelección, que ha causado más daños al país que todos los fenómenos naturales registrados a partir del 27-02-1844, cuando nace la República Dominicana.

Esas señales deben ser asimiladas muy profunda como cuidadosamente por el presidente Fernández, justo casi al filo de iniciar su segundo gobierno constitucional, porque de seguir en ese jueguito peligroso y nocivo del gato y el ratón, podría acercarse la culminación de su mandato el 16-08-08 sin logros.

El presidente, hombre reflexivo, que dispone de un equipo económico idóneo, está aún tiempo, con el calor no disipado del 57% que le endosamos el triunfo electoral el 16-05-04, para adoptar algunas decisiones heroicas.

Una de ellas, la preferida por el suscrito, es prescindir del Congreso, relegarlo a la vegetación, es decir, no apropiarle un centavo, y valerse por sus propios medios, como enfatizó para bienestar del país uno de sus dos mentores y apoyadores políticos, el doctor Joaquín Balaguer, que construyó todas las presas del país con recursos propios y un millar de obras más con ese estilo.

La segunda es apoyarse en los recursos internos que le asigna el Presupuesto y Ley de Egresos Públicos de este año por RD$206,758.4 mm, que meticulosa y estratégicamente bien focalizados, pueden lograr maravillas, sin endeudamiento, priorizando las obras de mayor impacto social, con miras a como podrían reditar en función de votos en las elecciones intermedias de 06 para desbancar la mayoría mecánica del PRD en el Congreso.

Una tercera opción es instruir preciso al idóneo director de Impuestos Internos como al de Aduana, para que profundicen los cobros, sobre todo el primero, que denunció que más de ocho mil empresas no tributan, y muchísimas más no tributan como manda la ley en la materia, y Aduanas cobrar sin contemplaciones deudas concedidas graciosamente por el gobierno anterior.

El presidente Fernández no debe ni puede permitir que el PPH le acorrale y le frustre y con él, al PLD y al país que espera muchísimo de su gestión segunda, para igualarle en frustración ciudadana en ámbito de PRD.

En vez de transitar la vía de los empréstitos internacionales o nacionales, que todo indica tiene cerrado por el PPH, el presidente Fernández, como lo hizo en su último viaje a USA y España, debe concitar la inversión privada tanto doméstica como foránea.