Escribir sus nombres duele. Como si fuera un eco ensordecedor, el titular se repite incesante: “un hombre con orden de alejamiento mata a su pareja (o expareja)”. Ahora lloramos a Chantal Jiménez (25) pero el 3 de marzo fue a Magalis Pérez (34) y el 7 de febrero a Mileysi Arnaud (34).
De igual manera, ignoradas pese al peligro, en el año 2022 fueron asesinadas Yoely Aquino (29), el 11 de agosto; Yuleidy Jiménez (39), el 15 de agosto; Jelanny Féliz, el 9 de septiembre; y Dabenlli Salomón Capellán (35), el 4 de diciembre.
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Otros casos del 2022 que no podemos olvidar son los de Milka Diasherma Peña Estévez (35), quien denunció en un video que temía por su vida pero fue asesinada el 15 de julio; y de Indhira De la Cruz (19), asesinada el 20 de agosto junto a su madre Marianeli Rosario Tejeda (36), su hermana India Paola Rosario de la Cruz (16) y el señor Liran Méndez Báez (54).
Recordemos además a Rhina Mella, asesinada por su exyerno el 14 de abril, a pesar de las denuncias hechas por su hija, la chef Raquelita Guerra.
Estos diez casos ocurrieron en un año, sin que haya ningún cambio en ese sistema irresponsable que sigue sin inmutarse como si la vida de las mujeres no valiera nada. ¿Cuántas más asesinarán sin que se actúe? Estamos muy hartas de tanto llanto.