Chaqueta vaquera
¿de mal gusto o super “trendy”?, juzgue usted

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EFE. REPORTAJES. La chaqueta vaquera es una prenda que no deja a nadie indiferente. Se la ha clasificado de mal gusto o súper “trendy”.

En la cresta de la ola o en los infiernos de la moda, la chaqueta vaquera  resurge como prenda fetiche.

La primera pista nos la daba Agyness Deyn, la súper “top model” lucía una mini chaqueta vaquera, ajustada y con un poco de “elastane” (fibra elástica) como resguardafrío en una de las celebraciones de la temporada, la exclusiva fiesta londinense “Bistroteque”.

Debajo llevaba un vestido “ad lib” de inspiración “ibicenca”, en blanco y troquelado. Una combinación diez, que aportaba frescura, y convierte un “look” arreglado en un  estilismo sport y juvenil.

La revista “Tatler”, ‘biblia’ de la sociedad y la moda británica -y más en concreto londinense- cabecera mítica que se sobrepone a las modas y a los años, afianzó el reinado de la “top model” Kate Moss un año más como la más elegante en su lista de mejor vestidas, por lo que nos fiamos de su criterio a la hora de elegir los modelos que luce.

La británica ha hecho gala de su vertiente más punk eligiendo una chaqueta vaquera con tachuelas y mezclándola con botines de flecos de inspiración india y enormes jerseys de punto de cachemira. Sin duda una elección acertada para cualquier ocasión.

Las chaquetas vaqueras son un “must”, aunque es muy fácil caer en el mal gusto. Hay una serie de preceptos que no podrá pasar por alto.

En primer lugar es muy importante que elija la talla correcta. Serán ajustadas, las más cómodas llevan un poco de fibra elástica en su composición.

Huya de las tallas grandes, a menos que quiera parecerse a Madonna en la época de los ochenta, y cuide de que sea en tela vaquera o muy oscura o muy lavada: en cuestión de chaquetas no valen los medios tintes.

Nunca con pantalones vaqueros
Nunca las mezcle con pantalones vaqueros. Es vulgar. En cambió, combínelas con vestidos babydoll, bohemios, floreados o con pantalones en otros tejidos que no sean el vaquero.

Se puede hacer una excepción con pantalones vaqueros teñidos en colores vivos, rojos, rosas, amarillos, verdes o blancos, con éstos últimos quedan muy bien.

Combinan a la perfección con botas hípicas y con bailarinas y la estación ideal para lucirlas es la primavera.

Reniegue de las cazadoras vaqueras bordadas con dibujos/serigrafías. Sin embargo, reivindique un toque punk con aplicaciones de tachuelas o brillantitos, un guiño a la moda más rebelde.

Las más sofisticadas preferirán chaquetas vaqueras con apliqués de piel en el cuello y forro: como visón, conejo o incluso imitación de pieles.

Las chaquetas vaqueras con corte torero (muy cortas) se unen a vestidos de coctel muy arreglados, para  quitarles importancia y conseguir un “look” juvenil.

Nuestras favoritas son las creadas por la firma estadounidense Ralph Lauren, las de la italiana Miuccia Prada y las que confecciona Calvin Klein, un maestro del tejido a examen.

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