Charamicos, novela ambientada en el período de los 12 años

Charamicos, novela ambientada en el período de los 12 años

Charamicos es una novela. Es un reconocimiento a los jóvenes que combatieron los Doce Años de Balaguer, no importa que estuvieran equivocados o no, dijo anoche su autora, Angela Hernández.

«Una juventud viva y participante, el que lee esta novela conocería más de la época que leyendo un libro de historia», afirmó.

Los protagonistas del libro son jóvenes entre 18 y 25 años. La obra está ambientada en el período 1970-1975.

Para la autora fue una generación que se quedó en el camino, y tal vez ello explica el título de la novela, Charamicos, ramas leñosas finas, que son buenas para iniciar el fuego, pero no para sostenerlo.

«Charamicos es una provocación, una convocatoria a mirar y vivir la época -de los Doce Años de Balaguer- desde la ventana del universo narrativo», dijo la autora.

De alguna manera, es la historia vista a través de los ojos de dos jóvenes universitarias.

Hernández confía en que Charamicos es un libro que si lo leen izquierdistas, políticos, religiosos se van a sentir motivados a discutir y debatir sobre situaciones que pudieran resultar polémicas. Alerta sobre los peligros de las polarizaciones ideológicas.

También ve la obra como una especie de homenaje a muchos sacerdotes que trabajaron bajo represión y nunca se le ha hecho el debido reconocimiento.

Los personajes de la novela son Aridio Ormelo, inspirado en el combatiente Amaury Germán Aristy; y el Hombre Brújula es el coronel Francisco Alberto Caamaño, que pende en todo tiempo, y se estaba esperando con incertidumbre.

Su visión de la literatura en República Dominicana Hernández la asocia con lo que llama la gran promoción de la Generación de los 80, con la obra y los autores símbolos desde finales de esa época. Es cuando, dice, hubo un punto de inflexión, y la mujer empieza a hacer literatura ya no como excepción.

Avizora que la narrativa del país tendrá períodos fructíferos, pero que se necesita mucho trabajo, disciplina y compromiso.

Como explicación a su giro de la ingeniería química a la literatura, respondió, con asomo de risas, que no le gusta dejar cosas por la mitad. Con ello admite que se percató a tiempo de que la química no era lo que le llenaba.

Entonces, la sedujo otro tipo de conocimiento donde puede explorar la condición humana, el trabajo de creación, y hasta se expresa convencida de que la poesía es una forma de conocimiento, y no solo palabras juntas para crear belleza.

Pero a la hora de escribir, Hernández aconseja que si no se está preparado, con dominio del tema y las técnicas, es preferible no dar por terminada la obra.

Charamicos, dijo, anduvo por años en su cabeza, y fue en febrero pasado que se sintió con la claridad de escribirla en sólo siete meses, como si se la dictaran.

En el país no hay muchos jóvenes leyendo, pero dice que hay jóvenes que leen mucho.

En su caso, recuerda que leyó la biblia a los diez años, y que a temprana edad conocía los textos de la pequeña biblioteca de su natal Jarabacoa. Luego un hombre, que podía ser su abuelo, le prestó los clásicos franceses de Víctor Hugo, Alejandro Dumas, entre otros. Admite que la atrapa la literatura rusa, pero es lectora de todas las épocas.

[b]CON SU PUBLICO[/b]

Hernández se expresa con las manos. En una intensa búsqueda trata de que sus expresiones corporales complementen lo que dice. Fija la mirada a su interlocutor, le escucha atentamente, y en las tonalidades de sus ojos claros se observa como si construyera la respuesta.

La escritora estuvo en sus aguas. Habló de poesía, cuento, novela, ensayo y literatura en general. Participó en el conversatorio La Esquina Joven de HOY, con la asistencia de jóvenes universitarios.

Llegó a las 6:00 de la tarde, la hora prevista, y saludó con simpatía. Con lentes, pelo risado, chaleco-pantalón y blusa tropical. Cuando sintió calor, se despojó del chaleco.

Estuvo acompañado de familiares y su editor Orlando Inoa, de Editora Colé.

[b]Bibliografía[/b]

Angela Hernández es ingeniería química, y no niega su fascinación por las matemáticas y la física, quizás, ese extraño salto hacia las letras le permiten mezclar con agilidad temas diversos y andar por caminos con muestras de seguridad.

Nació el 16 de julio de 1954 en Jarabacoa. Poeta, cuentista, investigadora y luchadora femenina. Entre sus poesías figuran

Desafío, Tizne y Cristal; sus cuentos, Las Mariposas no le temen a los cactus, Masticar una Rosa, y Piedra del Sacrificio, Premio Nacional de Cuento en 1998.

Forman parte de sus ensayos Diez prejuicios sobre el feminismo y ¿Por qué luchan las mujeres?

Previo a Charamicos escribió la novela Mudanza de los Sentidos, que ha venido 5,000 ejemplares en el país.

[b]Desafío a los políticos: ¿para quién escribimos?[/b]

Angela Hernández considera que el quehacer político en el país es desastroso. Cree que la poca inversión en la educación es el principal obstáculo para que un escritor dominicano pueda ser popular en su territorio.

Critica que la mitad de la población dominicana sea analfabeta por completo o funcional, sin que ningún gobierno haya asumido de manera responsable la alfabetización.

«Los gobiernos deberían sentir vergüenza de no ser capaces de invertir lo suficiente en educación», dijo en desafío a los políticos.

Mientras la Junta Central Electoral (JCE) destina más de RD$412 millones para financiar la campaña de los partidos políticos, Hernández ve que una gran cantidad de niños no pueden ir a las escuelas, y numerosos adultos no son estimulados para alfabetizarse.

«Esto nos lleva a tener líderes a imagen y semejanza de ese atraso», sostuvo.

Y agregó: «Se hacen los libros, pero ¿quiénes los van a leer».

Sonrió, cuando en su exposición comparó las bonanzas y reconocimiento de un bachatero, con las de un escritor dominicano.

Está clara en que la población debe exigir un cambio, para que no se gasten tantos recursos en chismes y clientelismo.

Aunque observa como otro de los obstáculos en la baja lectoría en el país los altos costos de los libros, enfatizó que muchas veces se invierte en cosas frívolas.

[b]¿FEMINISTA?[/b]

En gran parte de sus ensayos Hernández trata el tema del feminismo, las luchas de las mujeres y el análisis de género. Satisfizo la inquietud del público sobre si plasma sus creencias en sus escritos.

Cree en la promoción de todo lo que fomente una sociedad con menos prejuicios, más solidaria.

Aclara que en sus ensayos plasma su pensamiento, pero que en la narrativa se libera de cualquier ideología, y su obra creadora está exenta de sello.

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