París. “Charlie Hebdo” lanzó un concurso de textos divertidos destinado a jóvenes de entre 12 y 22 años y los ganadores serán publicados en el semanario satírico francés, conocido mundialmente tras el atentado yihadista que sufrió en enero de 2015.

El director de la publicación, Laurent Sourisseau, “Riss”, explicó hoy que tras el atentado “nos hemos dado cuenta de que toda una generación ha descubierto a “Charlie Hebdo” y se ha enganchado”, en una entrevista a la emisora “France Info” que se ha asociado al concurso. Para esos jóvenes el ataque terrorista contra la redacción, el 7 de enero del pasado año, en el que murieron 12 personas “es tal vez el primer gran acontecimiento político de su vida” y por eso el semanario ha entendido que le “corresponde darles la palabra”, señaló “Riss».

En concreto, se trata de “dar la posibilidad a jóvenes a los que les gusta la escritura que nos propongan un texto gracioso y divertido». “Queremos -comentó el director en otra entrevista a “Le Parisien»- locura, originalidad, irreverencia. Porque es indispensable que el espíritu de Rabelais y de Desproges esté vivo y no hay que dejar el monopolio de las letras francesas a los siniestros». Los participantes tienen hasta el 20 de abril para presentar sus textos (de una extensión de entre 1.000 y 4.000 signos) que serán examinados por un jurado compuesto por la mayoría de los miembros de la redacción de la publicación satírica. Se ha sugerido un tema abierto, «¿Y si se sustituyera el Bac (examen de acceso a la universidad por…?»

Entre el 12 y el 26 de mayo se hará una criba para establecer los finalistas y el 8 de junio se harán públicos los nombres de los tres ganadores, que recibirán 1.000 euros cada uno y cuyos textos se publicarán en “Charlie Hebdo».

Preguntado sobre la marcha del semanario, el director afirmó que “vuelve a funcionar como antes” aunque “todos tienen en memoria lo que han vivido». Y en cuanto a las polémicas generadas por la marcha de algunas de las firmas destacadas, consideró que “es la vida de cualquier publicación (…), un cambio perpetuo».