Chasseriau, una propuesta para el 8 de octubre del 2006

Chasseriau, una propuesta para el 8 de octubre del 2006

El siglo XVIII, mejor conocido como el Siglo de las Luces, luces estas que iluminaron el Enciclopedismo, la Ilustración, y las nuevas corrientes filosóficas y jurídicas, forman parte de una de las más grandes transformaciones que influyeran a nivel mundial en las sociedades. A…Por primera vez, un preso es considerado inocente hasta que se demuestre lo contrario. Voltaire, Montesquieu y Rousseau revolucionan la teoría política.

Se clama por la muerte del absolutismo y la separación de poderes.@ Francia irradia al mundo su declaración de los derechos del hombre y del ciudadano Ablanco europeo@, sus principios de Aliberté, égalité et fraternité@, que desembocan en movimientos urbanos donde la masa obrera femenina toma una fuerza enorme, la soberanía de los pueblos empieza a despertar. En fin todos esos rayos de luces, y la declaración de independencia de Estados Unidosson los que darán paso a la independencia de Haití, en un primer tiempo, a la inspiración de Bolívar, Morazán, San Martín… )y porqué no decirlo nuestro Juan Pablo Duarte?

Pero claro que todo esto no ocurre al margen del arte, que, con igual pasión desea cambiar el mundo, los ideales, la agitación popular estando en pleno apogeo con David, padre del neoclasicismo francés, quien viene siendo algo así como el abuelo de Chasseriau en el arte. David, maestro de Ingres, e Ingres maestro de Chasseriau. Ingres, es el eslabón entre el neoclasicismo y el romanticismo, entre ser el pintor de la revolución y del imperialismo de Napoleón, entre lo neoclásico y el Romanticismo. No llegaba a encajar totalmente en el neoclásico, ni aun con la sutileza de sus líneas, pues gracias al enfoque y sentimiento prerromántico que existía en sus trabajos, muchas veces los mismos fueron tildados de goticismo o de manierista. Reaccionario y revolucionario a la vez su vida estuvo marcada profundamente por una continua lucha entre el academicismo neoclásico y las pasiones del Romanticismo. Esto para describir someramente al maestro de Chasseriau.

Así pues,a saber que en 1819, año en que nace Teodoro en El Limón de Samaná, Ingres envía al salón de Italia ALa Gran Odalisca@ pintada en 1814. El primero de diciembre de 1821, tenemos la independencia efímera de Núñez de Cáceres y tres meses después, en febrero de 1822, empieza la era de la invasión haitiana, así, en medio de toda esta inestabilidad, es que el padre de Teodoro decide enviar a Francia a toda su familia. Su esposa e hijos. De su niñez sabemos que pintaba, que enviaba a menudo dibujos a su padre. Así a la edad de 11 años ingresa al taller de su maestro, Ingres. Hasta los 15 ó 16 años. Ingres es nombrado en la dirección de la escuela francesa en Italia. Así bruscamente, privado de su maestro, Teodoro (talvez para bien de su estilo propio), se muda a un pequeño taller en la calle Saint Agustin. Es para esta época que Chasseriau se codea con otros jóvenes artistas y poetas, de los cuales conservará su amistad a través de los años. Corot, Rousseau, Delacroix, Gautier, solo para citar algunos. Ya a los 17 años envía al salón los cuadros AEl regreso del hijo pródigo@ y ACaín el maldito@, donde obtiene una medalla. A lo largo de su vida será rechazado en este salón al menos 4 veces.

[b]NEGRO CAYENDO AL VACÍO O EL VUELO DE ÍCARO[/b]

Como caído desde las profundidades de un sueño, es una creación original del artista que sale de todo esquema de sus temas, de todo género, es como si llevase la expresividad más allá del rostro, en cada fibra del ser que se desliza, los estudios de las manos dejan pensar que el perfume del gesto deja lugar a la incertidumbre que se conjuga con una especie de serenidad y susto aparente. Icaro no se preocupa por la caída, sino por lo que viene.

Esta figura, de una fuerza excepcional, descarga una agresividad interna del individuo, donde Chasseriau como romántico al fin desploma no solo el rostro a la expectativa sino que de cada fibra de este ser se desprende una impetuosa e imaginaria sensualidad que se desliza por los poros y hasta de las manos de este Icaro criollo. Es la representación misma del deseo suspendido, repleto de energía misteriosa, es un dibujo extremadamente delicado y minucioso, donde el tiempo se para cautivado por la expresión de su gesto ante lo desconocido.

Esta representación del ANegro cayendo al vacío@ que según versiones le encomendara Ingres a su joven pupilo desde Roma, la figura de Satán, para una representación de la tentación de Cristo que nunca fue ejecutada, y que para otros representa AEl vuelo de Icaro@, es bien especial. Icaro hijo de Dédalo, arquitecto inventor del mundo helénico y de Nausicrata, esclava del palacio de Minos, en Creta.

[b]EL ORIENTALISMO Y EXOTISMO IMAGINARIO DE CHASSERIAU[/b]

Ahora bien sería muy simplista decir que Teodoro asume de Ingres la sutileza de la línea y de Delacroix la explosión de colorido. Es un poco más complicado, pues de hecho forjado entre esas dos aguas es que Teodoro crea su estilo propio. Tampoco es solo sobre las bases del romanticismo que se caracterizó por una parte en la búsqueda de libertad en el arte (contrario a la razón), y por el otro lado la búsqueda de la evasión en el pasado, en lo exótico, en una especie de culto del Amoi@ (yo), lo misterioso y fantástico, en el sueño que Chasseriau dirige sus pinceladas.

El orientalismo en Chasseriau no solo es sostenido por las nociones normales de lo que hoy consideramos Romanticismo, es también su pasado que lo une inevitablemente a su lugar de nacimiento que probablemente no recuerde mucho, sus orígenes, pero que revive indiscutiblemente en su viaje a Argelia. Invitado por el Gran Califa de Constantinopla en 1846 (a los 27 Años) Teodoro se inclina más a pintar la figura humana que el paisaje y es nuestra firme convicción que son sus orígenes mismos que le permiten sorprendernos en su comprensión del alma y una cultura que no es la suya con sus obras orientalistas, exóticas, y su perfecta caracterización de escenas de la vida cotidiana judía, musulmana y africana.

AJudías de Algeria en un balcon de Argelia@ óleo, 1849. 35.7cm x 25.3cm

[b]LA PROPUESTA PARA EL 8 DE OCTUBRE 2006[/b]

Es por todo lo antes expuesto que osamos proponer un monumento a Don Teodoro Chasseriau en esta, la tierra que lo vio nacer para que el 8 de octubre del 2006, cuando se cumplirán 150 años de la muerte de éste gran pintor, nacido en El Limón de Samaná, hijo de Don Benoit Chasseriau, cónsul francés, piloto de barco radicado en Samaná, y de María Magdalena Couret de la Blatiere, criolla, nacida y criada en la parte oriental de la isla, proveniente de una familia de la Charente que había emigrado acá hacía más de dos siglos. De forma tal que sea Aun reconocimiento que nos permita rescatar y dar a conocer la figura de este gran pintor neoclásico, quien a lo largo de toda su obra estuvo marcado por el exotismo imaginario que tanto admiran los simbolistas. Rescatando las huellas de su figura, tomando en cuenta que El Limón queda en Samaná, justo allí, donde existe, hoy día, la mayor concentración de turismo francés en nuestro país.@ Es por esta razón que consideramos prudente, con tiempo de antelación solicitar a las autoridades competentes, ministerios de cultura, embajadas y sobre todo a la asociación de familiares y amigos de Teodoro Chasseriau, con la cual estamos en contacto, hacerle un monumento (una escultura por ejemplo en mármol rosado de la región) en El Limón de Samaná y reconstruir una casa de la época en el lugar donde nació, que pueda albergar reproducciones fieles y autorizadas por el Museo del Louvre.

[b]CASCADA EL LIMÓN DE SAMANÁ[/b]

Recordamos que ya en 1995, solicitamos al Museo del Louvre la corrección de uno de los libros publicados donde aparecía que Teodoro había nacido en El Limón, Haití, y ellos no solo respondieron, sino que también nos abrieron las puertas de sus archivos, nos pusieron en las manos los cuadernos originales de Teodoro donados por su primo el Barón de Chasseriau. Ya en esa fecha, siete años antes, nos hablaron de la exposición prevista para el 2002 en el Grand Palais. Y para el 7 de enero de 1998 publicamos en Vanguardia del Pueblo edición No. 1160 año 23 lo siguiente: A)Cuántos Chasseriau no habrá en los costados de la tierra aún por descubrir y describir? Esta historia no debe terminar ni aquí, ni así, debe tener y tendrá una continuidad a lo largo de nuestra trayectoria@. Y es por ese motivo que recibimos con agrado, el anuncio de la apertura de una muestra de sus obras en papel a partir del 7 de Junio en Santiago y en Santo Domingo desde el 13 de Julio, en la tierra donde indiscutiblemente está enterrado su cordón umbilical.

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