Chattanooga, un pequeño lugar
con mucha historia

Chattanooga, un pequeño lugar<BR> con mucha historia

A 215 kilómetros de Nashville (capital del Estado), Chattanooga ofrece un sinnúmero de parajes naturales y sitios turísticos unos cerca de otros aunada a una historia que la convierte en una de las favoritas de la región.

Quizás lo que muchos reconocen de esta pequeña urbe es su afiliación con el tema «Chattanooga Choo Choo» de Glen Miller, el llamado «Rey del Swing», quien creó el tema principal de la película «Sun Valley Serenade» filmada en 1941, todo un éxito en su época que ayudó a agigantar el nombre del pequeño poblado de ese entonces.

HISTORIA

La canción de Miller obtuvo las primeras ubicaciones en las listas de la música popular y su éxito vendió más de un millón de copias. Pero la obsesión de los pobladores de Chattanooga por los trenes se remonta a finales del siglo XIX cuando el general Lee depositó sus armas durante la Guerra de la Confederación y en donde el proceso de reconstrucción llevó a Tennessee a convertirse en el primer Estado en regresar a la Unión y por ende recibir asistencia financiera para su reconstrucción.

Los planes para reconectar las principales arterias ferroviarias del país conllevó a Chattanooga a ser considerada una entrada importante al sur de Estados Unidos y fue así que en 1909 llegó el primer tranvía desde Cincinnati al nuevo terminal.

Ese período marcó la edad de oro ferroviaria en Estados Unidos, especialmente de Chattanooga, que vio pasar a figuras políticas de la talla de Woodrow Wilson, Teddy Roosevelt, William Jennings Bryan y Franklin D. Roosevelt en los 61 años de duración que tuvo esa estación de ferrocarriles.

Se construyeron un total de 14 vías ferroviarias en donde llegaron a transitar 68 trenes cada día. Con el tiempo, los aviones reemplazaron a los trenes y no fue hasta 1970 cuando el último tranvía partió de esa ciudad, culminando seis décadas de gloria.

La estación de ferrocarriles de esta ciudad es ahora un hotel con mucha historia. El «Chattanooga Choo Choo» pasó de ser un tema de antaño para convertirse en una leyenda que vive en las 365 habitaciones de este recinto que incluye además 48 cuartos de lujo construidos en vagones reales.

Pero los primeros residentes de Chattanooga no eran especialistas en tranvías ni mucho menos, sino más bien cazadores y recolectores de las tribus Cherokee. Se calcula que para el año 200 a. C., la nación Cherokee bautizó a esta región como «Chatanuga» que significa «roca levantada». Luego, los Creek, Choctaw y las tribus Shawnee habitaron el área por dos mil años.

DIVERSION

Hace décadas que en Chattanooga no transita tren alguno, pero aún así su fama la ha convertido en la actualidad en la cuarta ciudad más grande de Tennessee y, según los entendidos, sigue siendo uno de los sitios más placenteros para pasar unas pequeñas vacaciones.

Y quizás tengan razón. En los últimos años ha llamado la atención el Acuario de Tennessee, el albergue de agua fresca más grande del mundo que cobija a más de 9.000 criaturas de todas las longitudes del planeta.

La sede de este acuario se encuentra a orillas del río Tennessee, en el centro de la ciudad, y su gran particularidad radica en que transporta al visitante a todos los lugares donde pasa su caudal, desde las alturas de los Montes Apalaches hasta su desembocadura en el Misisipi Delta y en el Golfo de México.

Además, completa la exhibición algunas de las particularidades así como reseñas de los ríos más caudalosos de África, América del Sur, Liberia y Asia. Para finales del mes de mayo de 2005, el Acuario inaugurará otro pabellón que recreará al océano, específicamente al Golfo de México, una extensión de la actual exhibición.

A unos pasos, el teatro de cine IMAX tiene en cartelera las últimas películas en este formato, un sistema de proyección que utiliza la tecnología más avanzada para reproducir imágenes con nitidez en pantalla gigante, 10 veces el tamaño de una película convencional.

En el mismo centro de la ciudad, el Creative Discover Museum, un museo para niños inaugurado en 1995, ha llamado la atención de más de 1,35 millones de turistas desde su apertura y ha sido catalogado como uno de los museos infantiles más significativos del país.

Una de sus exposiciones es RiverPlay, una muestra de las bondades del río Tennessee y su relevancia en la historia de la ciudad. Los pequeños pueden navegar en botes en un río en miniatura debajo de un puente y a través de diques construidos a escala.

La creatividad y el estímulo por la curiosidad son buenos ingredientes para la imaginación de los más jóvenes, pero para los mayores, un crucero por el río Tennessee a bordo del Southern Belle, una fragata con un recorrido de dos horas de duración, es una gran opción.

También atrae la atención de los turistas el Puente de Walnut Street, el camino peatonal colgante más largo del mundo. Con una longitud de 625 metros de largo, este puente construido en 1891 cruza el río Tennessee y hasta hace 30 años era la única vía que se utilizaba para ir de un lado a otro de sus riberas.

ALREDEDORES

A tan sólo minutos, existen otras maravillas de la naturaleza que también llaman la atención del visitante. Por ejemplo el «Lookout Mountain», una montaña donde los visitantes quedan perplejos por la maravillosa vista, no es más que una formación geológica de millones de años.

En ella se esconden Rock City, una serie de caminos y cuevas en lo alto de esta montaña con un área de seis hectáreas (15 acres) de vista panorámica. También está Ruby Falls, unas cascadas de 300 galones de agua natural a 44 metros dentro de la montaña.

Una manera bastante singular de subir a esta montaña es a través de un funicular que demora tan sólo minutos hasta llegar a la cima. La vista desde allí es espectacular, como lo es la ciudad y su historia, plagada de pequeñas pero hermosas atracciones que atraen y distraen. EFE REPORTAJES

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