Chávez advierte a oligarquía y EU

Chávez advierte a oligarquía y EU

CARACAS.- El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, advirtió ayer a la «oligarquía» de su país y al «imperio», que a su juicio representa EEUU, que el «proceso de cambios verdadero» que aplica su Gobierno «seguirá» pese a los intentos por detenerlo.

«Seguiremos y hoy lo ratifico, a dos años de aquel sangriento golpe de Estado dirigido por la oligarquía venezolana apátrida apoyada por el Gobierno de Washington», afirmó Chávez en su programa dominical de radio y televisión «Aló, presidente».

El 11 de abril de 2002 Chávez fue depuesto durante 48 horas por un golpe de Estado registrado en medio de violentos disturbios en las cercanías de la sede del Gobierno, en el centro de Caracas, que dejaron 19 manifestantes opositores y oficialistas muertos.

Al menos otras 50 personas murieron en el oeste de Caracas en protestas contra el fugaz gobierno de facto del entonces líder de la patronal, Pedro Carmona, exiliado en Colombia desde mayo de 2002.

[b]Recuerdan golpe Estado[/b]

Seguidores del presidente Hugo Chávez y sus detractores conmemoraron ayer domingo con movilizaciones en Caracas dos años del golpe de Estado que sacó del poder al mandatario por 47 horas, acusándose mutuamente de las muertes registradas durante ese suceso.

Chávez señaló en su programa radiotelevisado «Aló, presidente» que el golpe de Estado fue ejecutado por una «élite venezolana apoyada desde el exterior (que) se confabuló y realizó aquella sangrienta conspiración para sacar a este gobierno legítimamente constituído».

También advirtió a Estados Unidos y sus detractores que su gobierno de «revolución bolivariana» se mantendrá, tras dos años del golpe de Estado.

«Seguiremos y hoy (domingo) lo ratifico, a dos años de aquel sangriento golpe de Estado dirigido por la oligarquía venezolana apátrida apoyada por el gobierno de Washington», afirmó el mandatario.

Los opositores realizaron una caravana de automóviles que recorrió el este y sureste de la capital, evocando estos sucesos y para insistir en la activación de un referendo revocatorio contra el mandatario.

Del lado oficialista, centenares de chavistas realizaron una marcha en el centro de Caracas recordando a las 20 personas que murieron en un tiroteo desatado durante una masiva marcha opositora en ese lugar, que desembocó en el golpe de Estado.

Tanto chavistas como sus detractores aprovecharon el Domingo de Resurrección para quemar como «Judas» a monigotes representando a figuras del gobierno y de la oposición que -en sus divergentes opiniones- fueron los culpables de las muertes ocurrridas en esos días.

Oscar Pérez, dirigente de la alianza antichavista Coordinadora Democrática, señaló que la caravana opositora intentó «llevar un mensaje de fe, de esperanza, de optimismo, pero también de mucha energía de cara a la realización de nuestro referéndum revocatorio».

El opositor mostró unos monigotes que representaban a una figura de Chávez, de la ministra del Trabajo, María Cristina Iglesias, y del Defensor del Pueblo, Germán Mundaraín, que, dijo, serán quemados en varias partes de la capital.

«Pasearemos a los traidores y llevaremos nuestro mensaje de rechazo a lo que han sido las recurrentes violaciones a la Constitución desde ese abril de 2002», acotó Pérez.

Por su parte, el diputado oficialista Darío Vivas informó que los chavistas hicieron una pausa en su movilización en la sede de la cancillería venezolana, para entregar «un documento donde se rechaza la intervención yanqui y la injerencia internacional» en la prolongada crisis política venezolana.

Los chavistas se concentraron en el parque El Calvario, cerca del presidencial Palacio de Miraflores, desde donde marcharon hacia una esquina donde se recordaron dos años de la muerte del fotógrafo Jorge Tortoza, abatido por un disparo durante el tiroteo del 11 de abril de 2002.

De allí, los oficialistas partieron a las sedes del Capitolio y la Cancillería, donde entregaron el documento, y luego se concentraron en el Puente Llaguno, en un acto encabezado por el vicepresidente José Vicente Rangel.

En Puente Llaguno, los opositores acusan al gobierno de incitar a sus seguidores a disparar sobre la marcha antichavista. Pero los oficialistas sostienen que allí había una concentración chavista ese día, que repelió ataques de la uniformada Policía Metropolitana, regida por el alcalde opositor Alfredo Peña, a quien acusan de las muertes ocurridas en el centro de Caracas.

En medio de la polémica, el Consejo Nacional Electoral de Venezuela (CNE) intentará a partir de este lunes sellar entre las partes una fórmula de verificación de 800.000 firmas «dudosas», cuya validación activaría el referendo revocatorio contra Chávez.

El referendo ha confrontado retrasos por la falta de acuerdo entre la opositora Coordinadora Democrática (CD) y el gobierno sobre el sistema de verificación de estas rúbricas recolectadas en contra de Chávez.

El 11 de abril del 2002 una multitudinaria marcha opositora fue desviada del este al centro de Caracas, produciéndose un tiroteo que dejó una veintena de muertes y en la madrugada del 12 de abril se desencadenó el golpe de Estado, que entronizó efímeramente en el poder a Pedro Carmona, quien en un único decreto disolvió los poderes legislativo y judicial.

Militares leales a Chávez y la masa seguidora del Presidente restituyeron en el poder el mandatario 47 horas después de su caída, y Carmona posteriormente se asiló en Colombia.

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