MEXICO (EFE). El púgil mexicano Julio César Chávez prometió ayer dar todo lo que tiene para despedirse dignamente del público mexicano en la pelea ante el estadounidense Frankie Randall del sábado próximo en la capital mexicana.

«Sé que le tengo un gran respeto al público, por lo cual voy a dar mi vida en el ring», dijo Chávez, de 41 años, en una rueda de prensa para promover la función que pondrá fin a su trayectoria de 23 años como boxeador profesional.

Chávez, quien fue tres veces campeón del mundo en categorías distintas y con 112 peleas disputadas, 115 ganadas, cinco perdidas y dos empates, manifestó que su despedida le causa tristeza pero también una gran motivación.

«Se acerca el momento triste de mi carrera, porque después de la pelea voy a tener que colgar los guantes, aunque a la vez me siento motivado», indicó Julio César Chávez, quien fue declarado el mejor púgil de México en el siglo XX.

El combate de Chávez ante Randall será la principal atracción de la velada llamada «La Ultima revancha. Adiós México», que se celebrará en la plaza de toros México, que tiene un aforo para unos 40.000 aficionados.

Para el estadounidense Randall, quien fue el primero en vencer a Chávez, en 1993, aunque después el mexicano se cobró la revancha, también será la despedida de los encordados.

«Gracias Julio por darme esta oportunidad», indicó Randall, quien fue seleccionado para enfrentar al mexicano en su pelea de despedida que es promovida por el Consejo Mundial de Boxeo (CMB) como homenaje a su trayectoria.