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DE LOS SERVICIOS DE HOY
CARACAS.- El presidente venezolano Hugo Chávez recibiría un respaldo de 63% en el referendo que decidirá su permanencia en el poder, frente a 32% en contra, aseguró este viernes una encuesta realizada en agosto por la empresa estadounidense North American Opinion Research.
Sólo 5% no decidió si votará »»Sí»» (contra Chávez) o »»No»» (a favor) el 15 de agosto, informó Carlos Sánchez, gerente de la encuestadora.
El 96% de la población está decidido a participar en el referendo, mientras que 93% ya está totalmente decidido sobre su opción, explicó. El sondeo se realizó a 1200 personas de todo el país, del 1 al 5 de agosto y puede tener un error de +/-3,5%.
«Estos son números definitivos», consideró Sánchez, toda vez que hay «efervescencia» pre-electoral y se detectó ínfima abstención y poco número de indecisos.
Unicamente en el estado Carabobo, centro-norte del país, el »»Sí»» aventaja al »»No»» de Chávez, con 50% a favor y 44% en contra, según la encuesta.
Al preguntar por quién votarán si se convocan comicios presidenciales tras el referendo, el 59% dijo que por Chávez, 14% por el gobernador del estado Miranda (aledaño a Caracas), Enrique Mendoza; 9% por el ex rival de Chávez en las elecciones de 1998, Enrique Salas Römer; y 6% por ninguno.
CRECE TENSIÓN
Algunos venezolanos están preocupados por las denuncias gubernamentales de que radicales planean interrumpir el referendo sobre el mandato de Chávez. Otros temen que el bando perdedor no admitirá los resultados de la consulta del 15 de agosto y tomará las calles.
«Parece que todo el mundo está tenso»»»», dijo Jairo Mora, gerente de una pizzería en el centro de Caracas. «No vamos a abrir el 15 de agosto, por si acaso»»»».
Justo en una calle cercana, tropas de la Guardia Nacional arrojaron granadas de gases lacrimógenos para sofocar un incidente menor en el que partidarios del mandatario atacaron a opositores.
La televisora estatal, en tanto, reportó que desconocidos abrieron fuego delante de un comando de campaña oficialista, hiriendo a dos personas, en el estado occidental de Zulia.
El ministro del Interior Lucas Rincón advirtió el jueves en rueda de prensa que grupos radicales quieren sembrar el caos durante el referendo.
Las autoridades están listas para arrestar a aquellas personas que bloqueen autopistas, quemen neumáticos en las calles para crear tumultos y dificultar la votación, indicó.
Venezuela está dividida entre quienes ven al presidente como un defensor de los pobres, y aquellos que dicen que su estilo autoritario amenaza la democracia.
Para removerlo antes del fin de su mandato en enero del 2007, la oposición necesita sumar igual o mayor cantidad de los 3,7 millones de votos que acumuló cuando fue reelegido en el 2000.
Chávez podría salir airoso del referendo si el voto por el «No»»»» también supera las boletas a favor de revocarlo.
En semanas recientes, el gobierno denunció que frustro un plan de paramilitares colombianos –promovido por opositores, exiliados cubanos en Miami y el gobierno del presidente George W. Bush– que tenían previsto asesinar al presidente. Washington se mofó de las acusaciones.
Las autoridades además tienen que recuperar 63 kilos del explosivo plástico C4 y 80 detonadores que fueron robados de una base naval.
El paradero de los explosivos y lo qué podría hacerse con él ha incrementado el nerviosismo entre los venezolanos. Rincón advirtió que los adversarios del gobierno, incluyendo a militares disidentes que fueron dados de baja, podrían usar el C4 para desbaratar el referendo.
Tras anteriores campañas electorales pacíficas, los rivales políticos venezolanos armaron disturbios para protestar las decisiones de las autoridades electorales que ellos juzgaron inaceptables. A la memoria viene también el fallido golpe de estado del 2002 en que murieron decenas de personas.
Manifestaciones hicieron erupción en febrero luego que las autoridades electorales dictaminaron que la oposición le faltaban firmas para convocar el referendo. Al menos siete personas murieron y muchas más resultaron heridas en las reyertas.
El 3 de junio, cuando la autoridad electoral anunció que el mandatario enfrentaría un referendo, la violencia irrumpió en el centro de la capital.
Los partidarios del gobierno dispararon en contra de una televisora vista como simpatizante del gobierno y saquearon un periódico. Ellos también prendieron fuego a varios vehículos de carga, golpearon severamente a un diputado opositor y atacaron a disparos la oficina de un alcalde opuesto al gobierno.
Unos 6.000 soldados custodiarán el referendo. Los militares ya están apostados en los centros de votación.
