BUENOS AIRES (AFP).- El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, firmó este jueves en Buenos Aires acuerdos de integración y comerciales con su par argentino, Néstor Kirchner, y volvió a desestimar que sea una amenaza para la región, al responder a acusaciones de Estados Unidos.

En un aplaudido discurso en la Casa de Gobierno tras firmar los convenios con Kirchner, Chávez dijo que en Estados Unidos «repiten una y otra vez que Venezuela es una amenaza para la región», pero sostuvo que «los pueblos hermanos saben la verdad: estamos haciendo esfuerzos para recuperar la estabilidad perdida en la región».

El mandatario venezolano resaltó que la unidad sudamericana se manifiesta en los acuerdos que firmó con Kirchner por unos 500 millones de dólares en total, entre ellos uno para la construcción de dos buques petroleros para la estatal venezolana PDVSA, a un costo de 110 millones de dólares y que dará trabajo a 1.000 personas.

Dijo estar convencido de que «ahora sí ha llegado la gran hora de nuestra América», al aludir a los gobiernos de izquierda que se han instalado en varios países de la región.

En un extenso discurso, pese a señalar que tenía «unos pocos minutos» para hablar, mencionó la reciente formación del canal Telesur, creada a instancias suya y con la participación de Argentina, Uruguay y Cuba, el cual contribuye, dijo, a «la batalla de pensar en la realidad» regional.

Reveló que su colega uruguayo Tabaré Vázquez, con quien se reunió el miércoles en Montevideo, le propuso crear Radiosur, porque las radios «tienen más penetración».

En tanto, Kirchner agradeció el «apoyo permanente» de Venezuela a Argentina y destacó, en particular la «compra de bonos argentinos» de la deuda pública por 500 millones de dólares por parte del gobierno de Chávez que fueron suscriptos en julio tras la salida del ‘default’ de Buenos Aires.

«La compra de bonos que ha realizado Venezuela es un claro gesto de confianza y un reconocimiento público al esfuerzo del gobierno y del pueblo argentinos para salir de la crisis más grave de su historia. Este pueblo tiene memoria y no olvida la importancia de este gesto», enfatizó Kirchner.

Al respecto, Chávez, quien bautizó a los títulos argentinos como «bonos Kirchner», dijo que con esa operación Venezuela cumplió con «una responsabilidad» le permite «ser coherentes».

«Venezuela tenía bonos del tesoro de Estados Unidos y los vendió para comprar los argentinos. Los bonos de Estados Unidos son mil veces más riesgosos que los de Argentina», sostuvo entre los aplausos y sonrisas de funcionarios de ambos países e invitados congregados en el protocolar Salón Blanco de la Casa de Gobierno.

En sus intervenciones, los dos mandatarios resaltaron las coincidencias políticas de los dos gobiernos y destacaron la necesidad de ampliar la integración en todos los campos.

Entre otros acuerdos firmados, se extendió hasta 2006 el acuerdo de suministro de fuel oil venezolano a Argentina por unos 240 millones de dólares y se suscribió un memorando de entendimiento por 180 millones de dólares para la repotenciación de las turbinas de la represa venezolana Macagua I y el aprovechamiento hidroeléctrico de Puerto Ordaz.

Unos 300 integrantes de agrupaciones piqueteras se concentraron frente a la Casa de Gobierno para saludar a Chávez, quien se retiró por una puerta distante sin que pudieran tomar contacto con el visitante.

Chávez realiza una visita de trabajo relámpago a Argentina, como parte de una gira sudamericana que comenzó en Uruguay y culminará en Brasil, los tres países integrantes del Mercosur, junto con Paraguay.

Antes de partir hacia Brasil, el mandatario venezolano visitaba los astilleros de Río Santiago, a 60 km al sur de la capital argentina, donde abordará un buque reparado para PDVSA, y luego almorzará con el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Felipe Solá, un aliado de Kirchner.