Chávez: funcionarios de EEUU están locos

Chávez: funcionarios de EEUU están locos

CARACAS,  (AFP) – El presidente venezolano, Hugo Chávez, dijo que los líderes del gobierno de Estados Unidos “están locos” y que está preparado para “resistir”, al responder a la secretaria de Estado norteamericana Condoleezza Rice, que endureció el tono y llamó a crear un frente contra el mandatario.  “Ella dijo algo que es muy grave y lo ha hecho saber ante el mundo, que ella está llamando a cancilleres, que llamó al de España, Brasil y al de Austria, para alertar sobre Venezuela”, señaló el mandatario la noche del jueves.

   “Los funcionarios estadounidenses están locos”, dijo Chávez, quien aseveró que su gobierno está preparado para “resistir el atropello imperialista”.

   Rice, al calificar el jueves a Chávez de “desafío para la democracia” y peligro para la región, anunció que había entrado en contacto con varios cancilleres para “que haya una especie de frente unido frente a algunas de las cosas en las que está implicada Venezuela”.

   “La comunidad internacional tiene que ser mucho más activa en su apoyo y defensa del pueblo venezolano”, dijo la jefa de la diplomacia estadounidense, quien dijo haber hablado con cancilleres de España, Brasil y Austria para alertarlos sobre “lo que está ocurriendo” en el país sudamericano.

   Chávez dijo que Rice “vuelve por sus fueros y nos ataca de manera inclemente”, en referencia a críticas que hiciera la secretaria de Estado en la audiencia de su confirmación en enero de 2005, cuando calificó al gobierno de Caracas como “fuerza negativa en la región”.

   En ese momento, Chávez respondió a Rice calificándola de “Dama imperial”, y le llegó a decir burlonamente: “Parece que ella sueña conmigo. Soy capaz de invitarla a una reunión para decirle ¿qué te pasa a ti conmigo?”.

   Los nuevos ataques de Rice rompen con lo que fue su moderada posición frente a Venezuela desde su confirmación, pero se producen en un momento de mayor crispación en las ya deterioradas relaciones de Estados Unidos y Venezuela.

   El 2 de febrero, Chávez ordenó la salida de Venezuela del agregado naval de la embajada de Estados Unidos en Caracas, al acusarlo de espionaje.

   Un día después, Washington replicó expulsando a la segunda de a bordo de la embajada venezolana en esa ciudad.

   El mismo 2 de febrero, el secretario de Defensa Donald Rumsfeld comparó hace a Chávez con Adolf Hitler, por haber sido ambos electos legalmente para luego consolidar su poder.

   Estos roces pararon también un acuerdo de cooperación antidrogas entre el gobierno venezolano y la agencia antinarcóticos estadounidense DEA, que iba a ser firmado a principios de febrero.

   También el embajador de Estados Unidos ante las Naciones Unidas (ONU), John Bolton, criticó la posibilidad de que Venezuela pueda ingresar al Consejo de Seguridad porque no “contribuirá al efecto de las operaciones”.

   Entre tanto ruido, el martes pasado el embajador venezolano en Washington, Bernardo Alvarez, se entrevistó en la capital estadounidense con el subsecretario adjunto para América Latina de Estados Unidos, Tom Shannon, luego de que el diplomático venezolano denunciara haber estado esperando la audiencia por tres meses.

   Pero las palabras de Rice ahora “empañan” la reunión entre Alvarez y Shannon, aseveró Chávez.

   “Apenas sale alguien lanzando una señal de reconciliación (en Estados Unidos), se sueltan los halcones, eso no es gobierno, es una locura”, fustigó. “El gobierno de Bush no tiene política internacional”, subrayó.

   No obstante, el mandatario descartó preocupación por las palabras de Rice, ya que, aseveró, “una cosa es la opinión de algunas figuras, pero la opinión mundial está con Venezuela”.

   Por su parte, la viceministra venezolana para Estados Unidos, Maripili Hernández, dijo en rueda de prensa que Rice se refirió a un paro de transporte que supuestamente se estaría sucediendo en Venezuela, lo cual dijo, no se corresponde con la realidad.

   “Esto refleja otro tipo de planes, hay que tener cuidado con que se esté tratando de crear una situación de inestabilidad social en Venezuela de cara a las elecciones (presidenciales) de diciembre”, dijo Hernández.

   Un portavoz de la asesoría de prensa de la cancillería al ser consultado por la AFP sobre las declaraciones de Rice indicó que “Brasil ha tenido relaciones excelentes con Venezuela en los últimos años”.

   Ese buen entendimiento está ejemplificado por los “encuentros frecuentes” entre el presidente Luiz Inacio Lula da Silva con Chávez y en el reciente “ingreso de Venezuela al Mercosur”, dijo el funcionario.

Pedirá una  explicación

Caracas, (EFE).- Caracas exigirá una “explicación” a EEUU por la afirmación de la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, sobre el “apoyo internacional” a una hasta ahora inexistente huelga de transporte en el país como medida para “defender al pueblo venezolano” del gobierno de Hugo Chávez.

   El anuncio lo hizo hoy la viceministra de Relaciones Exteriores para América del Norte, Mari Pili Hernández, en una alocución a la prensa tras reunirse con representantes de la oficina para asuntos latinoamericanos del Departamento de Estado de EEUU que visitan Venezuela.

   “Vamos a solicitar una explicación. Ya lo hemos hecho de manera verbal (ante la misión del Departamento de Estado) y luego lo haremos por escrito ante el Gobierno de EEUU, en relación a qué quiere decir la secretaria de Estado con este tipo de referencia” a la supuesta huelga de transporte en Venezuela, dijo Hernández.

   La vicecanciller reiteró la petición venezolana a Washington de que cese la “injerencia” e “intervencionismo” en los asuntos internos del país, al tiempo que sostuvo que Caracas quiere “buenas relaciones” con EEUU pero basadas en el “respeto”.

   Hernández citó declaraciones “textuales” de Rice el jueves ante el Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes, en las que la secretaria de Estado expresó que “ha sido útil que haya apoyo internacional para el paro del sindicato de transportistas que está sucediendo en Venezuela”.

   En Venezuela “no existe en este momento ningún paro del sindicato de transportistas”, afirmó Hernández, quien calificó de “profundamente preocupante” que Rice “haga referencia específica” a la inexistente huelga “porque evidentemente esto refleja otro tipo de plan”.

   La vicecanciller expresó su “profunda preocupación” porque “se esté tratando de crear nuevamente una situación de inestabilidad social en Venezuela, de cara a las elecciones presidenciales del próximo 3 de diciembre”.

   También porque “se utilice a los trabajadores venezolanos o a sectores de la economía productiva del país como en 2002, como carne de cañón para tratar de generar inestabilidad en Venezuela”.

   El golpe de Estado del 11 de abril de 2002 ocurrió en medio de una huelga de altos gerentes de la vital industria petrolera, que también ese año, entre diciembre y febrero de 2003, pararon la producción de crudo para obligar a Chávez a renunciar al cargo.

   Previamente, el presidente de la Asamblea Nacional (AN), el oficialista Nicolás Maduro, acusó a EEUU de intentar influir en los “conflictos sociales” locales para convertirlos en problemas “políticos” y desestabilizar el país, al comentar las palabras de Rice sobre la inexistente huelga de transporte.

   Maduro vinculó las presuntas maniobras estadounidenses con un paro parcial de transportistas registrado el martes pasado en el oeste de Caracas, como medida de protesta por el asesinato de un chófer del transporte público.

   “Una cosa es que haya conflicto y que nuestros hermanos los transportistas tengan problemas, que el Gobierno está atendiendo, y otra cosa es que un Gobierno extranjero esté llamando a un paro general de transporte que ellos van a apoyar”, agregó Maduro.

   El presidente de la monocolor AN, de 165 miembros, todos oficialistas, sostuvo que en ese poder público existe “la voluntad de tener un mejor diálogo con la sociedad estadounidense, y un diálogo útil y franco con el Parlamento y el Gobierno de EEUU”.

   Maduro hizo las declaraciones tras reunirse con los representantes del Departamento de Estado que se encuentran en el país para cumplir una agenda no precisada oficialmente.

   Las relaciones diplomáticas entre Venezuela y Estados Unidos están marcadas por constantes acusaciones mutuas, referidas al corte “imperialista e intervencionista” del Gobierno de George W. Bush y a las “intenciones totalitarias” de Chávez, respectivamente.

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