Los países revolucionarios de América Latina y el Caribe se encuentran en la mira permanente «de Estados Unidos y del imperialismo, porque desde siempre ha reclamado el respeto a la democracia y la soberanía», manifestó el presidente de Venezuela, Hugo Chávez.

Durante su participación en la sesión final de la VII Cumbre Presidencial de la Alianza Bolivariana de los pueblos de nuestra América (ALBA), Chávez expresó que las naciones latinoamericanas «son como Jesucristo que fue perseguido desde niño. El imperio teme que la doctrina progresista promueva cambios que perjudique los intereses de los poderes».

«Hoy, ese bebé perseguido son Bolivia, Nicaragua, Venezuela y Ecuador con gobiernos que han denunciado la política imperialista de Estados Unidos destinada a dominar a los pueblos con el fin de impedir su desarrollo y liberación», dijo.

El jefe de Estado venezolano señaló que Estados Unidos y sus aliados permanentemente lanzan amenazas promoviendo una estrategia de desestabilización de los gobiernos revolucionarios a los han bautizado como «El Eje del Mal».

Chávez recordó la contradicción que existe ante la entrega del premio Nobel de La Paz al Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, cuando en forma coincidente «autoriza el envío de más tropas al Medio Oriente o impone represalias contra naciones en vías de desarrollo como Bolivia y Venezuela con la suspensión de programas de preferencias arancelarias a la producción de esas naciones».

Ante este acto de Estados Unidos, el mandatario Chávez instó a los presidentes de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) a fijar una meta concreta y tener siempre presente la bandera geopolítica para logar ser «un polo de fuerza mundial, de manera de no reeditar otros mecanismos de integración, sino más bien que la alianza rompa con todo ese pasado».

El Presidente señaló que la región está en vías de un mundo pluripolar, pero advirtió que éste todavía no existe, pero sí un mundo como plurinuclear, «porque hay un conjunto de nuevos núcleos de poder que de distintas maneras han venido surgiendo como proyecto alternativo al modelo hegemónico que se ha impuesto y se pretende seguir imponiendo».

Agregó que la estrategia del imperio es evidente cuando promueve la instalación de siete bases militares en Colombia con el pretexto de combatir al narcotráfico, cuando en realidad lo que busca es un centro de operaciones que actúe cuando alguna de las naciones latinoamericanas alce la voz para protestar contra la injerencia política de Estados Unidos.

(VTV)