Chávez impulsa la figura del vicepresidente

Chávez impulsa la figura del vicepresidente

CARACAS (AP).-  Micrófono en mano, el vicepresidente tuvo para sí el centro del escenario y la oportunidad de brillar con luz propia al reemplazar a Hugo Chávez en un acto para darle la bienvenida a cientos de atletas a una competencia deportiva.

Pero su voz retumbó en el estadio de béisbol, tartamudeó varias veces y le costó pronunciar palabras como «República Dominicana», «pueblo venezolano» y «bienvenidos».

El robusto vicepresidente sonrió tímidamente mientras trastabillaba con su discurso y posteriormente fue ridiculizado por la oposición. El popular humorista Luis Chataing, por ejemplo, comenzó a imitarlo en su programa matutino de una radio local y a repetir algunas de las palabras que de manera errada dijo el vicepresidente en el acto deportivo.

Fue un triste debut para Elías Jaua, el político de 42 años en quien el día anterior Chávez había delegado buena parte de sus funciones como presidente para someterse a un tratamiento de un cáncer. Jaua no ha dicho por qué tropezó tanto con el inocente discurso de bienvenida.

En otras apariciones en público se mostró aplomado y habló con claridad y convicción. Pero algunos opositores aprovecharon el episodio para decir que su infausta aparición revelaba que no está preparado para asumir un eventual liderazgo en el país.

El diputado opositor Juan José Caldera afirmó que el incidente demostró que Jaua es una persona sin «ningún tipo de brillo» que «dista mucho» de la figura de un vicepresidente. Jaua es un ejemplo típico de militante leal de los que le gusta rodearse a Chávez: fiel y discreto, aunque carente de todo carisma y sin la verborragia del presidente.

Lo que más le gusta a Chávez de él es su lealtad inquebrantable, puesta a prueba a lo largo de varios años y desde distintos puestos ministeriales. Al designar a Jaua como vicepresidente en el 2010, Chávez lo describió como un joven «entregado a la revolución» que «ha demostrado transparencia, capacidad, vocación, humildad, honestidad en todos los cargos que ha ocupado en la batalla revolucionaria».

«Conmigo no se equivoquen señores de la derecha, yo soy un hombre de honor, forjado en los valores de la lealtad, de la amistad y de los principios. Voy a defender con mi propia vida el mandato constitucional del presidente Chávez», afirmó el mes pasado Jaua a reporteros El historiador Agustín Blanco Muñoz opina que Jaua es una «hechura de Chávez, una figura leal y obsecuente».

 «No tiene los rasgos propios del líder, no es el hombre de pegada en las multitudes ni nada que le parezca porque Chávez siempre anda buscando ese tipo de personajes que en un momento determinado no le roban cámara», indicó Blanco Muñoz en entrevista con la AP.

Chávez, quien se sometió recientemente a una segunda ronda de quimioterapia, ha estado elogiando a Jaua y a su gabinete por su desempeño. «Nunca antes, en estos 12 años, tuve un gabinete más unido que este. Con un vicepresidente como este: honesto y leal», indicó el mandatario al festejar sus 57 años el 28 de julio.

Jaua, sociólogo de profesión, forma parte de la llamada «ala radical civil» del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) de Chávez, que tiene entre sus principales figuras al canciller Nicolás Maduro, uno de los más estrechos colaboradores del mandatario y de las pocas personas que han estado cerca del gobernante en medio de su convalecencia en La Habana. Ese es uno de varios sectores en los que estaría dividido el chavismo, según analistas.

Aunque creció en un hogar de ideas socialcristianas debido a que su padre fue dirigente del partido tradicional Copei, Jaua consolidó una formación ideológica de izquierda en la Universidad Central de Venezuela, donde estudió sociología y tuvo una activa militancia política en la organización Bandera Roja. Dejó esa agrupación a fines de 1991 y tras el fallido golpe de estado contra el gobierno de Carlos Andrés Pérez de febrero de 1992, encabezado por Chávez, comenzó a estrechar sus relaciones con la incipiente organización chavista.

Formalizó su incorporación a sus filas al ser elegido a la Asamblea Constituyente por el Polo Patriótico en 1999 y al año siguiente fue designado secretario privado de Chávez, función que ejerció un año.

Desde entonces desempeñó varios cargos, hasta que fue nombrado vicepresidente el año pasado. Chávez sorprendió a todos a mediados de julio, cuando delegó algunas actividades administrativas y de manejo de gastos presupuestarios en su joven vicepresidente y en el ministro de Planificación y Finanzas, Jorge Giordani, otra figura leal al mandatario.

La iniciativa fue vista como una manifestación de confianza en Jaua, quien desde entonces ganó figuración, presidiendo actos televisados y ratificando sus convicciones socialistas al explicar un ambicioso plan de control de precios del gobierno. Jaua no desaprovecha oportunidad para defender los valores socialistas.

El pasado 8 de agosto, durante un acto con un grupo de niños en la capital, arremetió contra el capitalismo afirmando que ese sistema entiende el éxito como un «acto absolutamente individual», mientras que en el socialismo se asume «en función de ser parte de una comunidad». «Desde aquí, a toda esa juventud, con ustedes aquí muchachas y muchachos, les podemos decir que para ser visibles no hay que tener dinero ni ser poderoso y mucho menos ser peligrosos, lo que hay que ser es talentosos», indicó Jaua en un discurso que fue difundido por la televisora estatal. Chávez, quien la semana pasada se sometió a una segunda fase de quimioterapia en Cuba, no ha dicho cuándo retomará las funciones que delegó en Jaua y Giordani.

La constitución de Venezuela establece que el vicepresidente puede ocupar la presidencia hasta 90 días si el mandatario no puede ejercerla por alguna razón. La Asamblea Nacional podría ampliar ese plazo otros 90 días. Chávez no ha pedido que lo reemplacen provisionalmente. Solo ha solicitado permiso para viajar a Cuba y ha delegado algunas tareas. El mandatario ha dicho que superará el cáncer y buscará otro período de seis años en las elecciones del 2012. El 20 de junio se sometió a una operación en Cuba para extraerle un tumor. No se ha revelado exactamente dónde estaba ubicado el tumor, aunque se ha dicho que estaba en la zona pélvica.

Un reciente estudio de Datanálisis, una de las principales encuestadoras del país, ubicó a Jaua como la figura con mayor popularidad entre los oficialistas con un respaldo de 19,4%, superada solo por Chávez.

El presidente de Datanálisis, Luis Vicente León, atribuyó ese respaldo popular a la intensa exposición mediática que mantiene el vicepresidente y descartó que eso pueda representar un trampolín hacia una eventual candidatura oficialista en las elecciones presidenciales del 2012 en reemplazo de Chávez. León afirmó que en el corto plazo no se vislumbra ningún heredero seguro para el gobernante, especialmente en el contexto de que «ya Chávez está empatado con el líder de la oposición más importante, que es (el gobernador del estado Miranda) Henrique Capriles».

Un estudio de julio de Datanálisis reveló que Chávez tiene respaldo de 39,1% contra 37,1% de Capriles.

«Cualquiera de los líderes alternativos a Chávez que son más pequeños, menos conocidos, menos carismáticos, por supuesto que pueden tener más problemas para ese enfrentamiento (en las elecciones del 2012)», agregó.

León sostuvo que ante las dudas generadas por la enfermedad del gobernante, para el oficialismo es urgente comenzar a preparar un sucesor «porque no aclararlo genera incertidumbre y podría generar conflictos internos» en el PSUV.

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