Chávez intenta resolver crisis
rehenes en poder de las FARC

Chávez intenta resolver crisis<BR data-src=https://hoy.com.do/wp-content/uploads/2007/08/65231F67-F046-47F1-A72D-7A8CC85385A9.jpeg?x22434 decoding=async data-eio-rwidth=460 data-eio-rheight=278><noscript><img
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BOGOTÁ (AP) — El presidente venezolano Hugo Chávez asume un arriesgado papel como mediador en el prolongado cautiverio de rehenes en poder de la guerrilla de las FARC, incursionando de lleno en el conflicto armado colombiano y provocando una ola de optimismo entre los familiares de las docenas de rehenes. 

Con una invitación del presidente Alvaro Uribe, Chávez viajará a la capital colombiana el viernes para dialogar sobre cómo facilitar el canje de rehenes por guerrilleros encarcelados. 

“Ojalá pudiéramos lograr que estas personas vuelvan sanos y salvas a sus hogares y se cumpla el acuerdo humanitario”, dijo Chávez la semana pasada en Caracas después de reunirse con varios familiares de los secuestrados. 

En este complejo conflicto, Chávez ya recibió un revés cuando las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) rechazaron su primer propuesta concreta: que el canje fuera en Venezuela. 

El presidente venezolano, quien ataca al gobierno estadounidense y a sus opositores con discursos incendiarios, rara vez intervino de manera tan directa en los asuntos internos de otro país, especialmente Colombia, con el que intenta mantener relaciones cordiales, a pesar de que Uribe es el principal aliado de Washington en la región. 

En esta ocasión, Chávez parece deleitarse ante su posible protagonismo como mediador, pues si tiene éxito, su reputación e influencia regional se fortalecerían.  Aunque el gobierno y las FARC concuerdan en la necesidad de un intercambio de centenares de guerrilleros presos por 45 secuestrados, incluyendo a la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt –que tiene ciudadanía francesa y colombiana y que fue secuestrada durante su campaña en el 2002–, a las partes las separa un abismo de enemistad y los detalles de la negociación.  El mayor obstáculo es la exigencia de las FARC, la guerrilla más grande de Latinoamérica, de desmilitarizar por 45 días una zona del tamaño de la ciudad de Nueva York, en el suroeste del país. 

El grupo guerrillero argumenta que necesita que dos municipios sean despejados de tropas para garantizar la seguridad de los rehenes y sus combatientes durante el canje.

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