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CARACAS (AFP).- El presidente venezolano Hugo Chávez recibió este viernes la certificación de su triunfo en el referendo del 15 de agosto y calificó de «indigno» al secretario general de la OEA César Gaviria por afirmar que el Consejo Nacional Electoral (CNE) recibía líneas partidistas.
El mandatario de 50 años encendió con sus aseveraciones el acto en el que el presidente del CNE Francisco Carrasquero, le entregó el acta que certifica su triunfo en el referendo revocatorio, oficializando la continuación de su mandato hasta 2006.
«Es irresponsable el Dr. Gaviria al hacer esa afirmación totalmente alejada de la realidad (…) él en su ambigüedad y su zigzagueo empezó a elucubrar y a echar un cuento, a decir cosas que son absolutamente falsas como que aquí en el CNE siempre se tomaron decisiones partidistas … ¡Vaya qué indigno señor Gaviria para decir esto!», fustigó Chávez.
Las declaraciones de Gaviria fueron formuladas el miércoles al rendir su informe ante el Consejo Permanente de la OEA en Washington, en el que no obstante avaló el triunfo de Chávez y se desestimaron las acusaciones de fraude opositoras.
El CNE «terminó decidiendo por líneas partidistas», dijo Gaviria, según declaraciones divulgadas en Venezuela..
Chávez acusó a Gaviria de ser «complaciente, buscando el buen aval, quién sabe qué cálculos estará haciendo para su futuro, nadie sabe, porque pertenece a esa casta de ambiciosos que anda siempre haciendo cálculos».
«Si se hubiese impuesto la línea partidista, como aquél indigno lo dijo, la línea hubiese sido por ejemplo (…) que las firmas llamadas planas (con la misma caligrafía para solicitar el referendo) sencillamente había que anularlas. Un árbitro severo ha podido anularlas», recalcó.
El mandatario pidió respeto a las instituciones y poderes del estado para garantizar la paz del país.
«Sin instituciones respetadas, el conflicto político se convierte en una lucha cuerpo a cuerpo por la sobrevivencia», expresó.
El CNE entregó la certificación a Chávez, en la que le señalan que fue relegitimado en el cargo con 59,25% (5.800.629 votos) contra 40,74% (3.989.008 sufragios) que pidieron que finalizara su mandato.
La oposición no tardó en rechazar el acto en el ente electoral.
«Es inútil la provocación de realizar una forzada ceremonia al amparo de unos resultados cuya transparencia y validez son severamente cuestionados por amplios sectores del país y por el ex presidente César Gaviria», dijo uno de los líderes de la opositora Coordinadora Democrática, Pompeyo Márquez.
«Gaviria dijo lo que el pueblo venía constatando, un árbitro que no fue imparcial», indicó Márquez, al exigir que no se certifique a Chávez hasta tanto no se investigue el fraude que denuncian en el referendo.
Más tarde en su discurso, Chávez dijo que entre los escasos opositores que reconocen su triunfo figura su ex compañero de armas Francisco Arias Cárdenas, teniente coronel del ejército como él y quien le acompañara en el fallido alzamiento militar del 4 de febrero de 1992, y ahora su adversario político.
«Debo responderle hoy porque él es un dirigente de un partido que voto por el »sí», pero ha reconocido y eso es lo que debemos hacer con gallardía, con humildad todos los venezolanos», dijo.
Miles de simpatizantes de Chávez se agolparon desde tempranas horas de la mañana en la Plaza Caracas, enclavada en las Torres del Silencio del céntrico casco histórico capitalino, donde está situada la sede del CNE.
En el inicio de la tarde, Chávez pronunciaba otro discurso en la Plaza Caracas.
Para la tarde está prevista una sesión especial de la Asamblea Constituyente (legislativo), en la que Chávez será aclamado por la mayoría oficialista.
