Chávez rechaza injerencia gobierno Bush

Chávez rechaza injerencia gobierno Bush

CARACAS (EFE).- El presidente venezolano, Hugo Chávez, volvió a rechazar ayer la «injerencia» de EEUU en los asuntos del país, y advirtió a la oposición «desesperada» que enfrentará «como sea» cualquier intento desestabilizador en Venezuela.

«La injerencia norteamericana no la toleramos ni la toleraremos», reiteró Chávez, al rechazar la reciente manifestación de «preocupación» de Washington por lo que consideró «acoso e intimidación» a dirigentes de la sociedad civil venezolana cuando faltan dos semanas para el referendo revocatorio presidencial.

Para el gobernante, con esas declaraciones «el gobierno imperialista, intervencionista e inmoral de George W. Bush ha vuelto a arremeter contra Venezuela».

En un acto público por la activación de un plan deportivo en que participan más de 5.000 entrenadores cubanos, Chávez dijo que la «arremetida de la elite imperialista es una demostración más de que la oposición venezolana no tienen un plan propio, ni autonomía sino que son sencillamente lacayos, empleados del señor Bush».

Según el jefe del Estado, los «gringos» tuvieron que hablar contra su Gobierno porque sus «pupilos de aquí no están rindiendo lo que ellos querían y parece que están entrando en un desespero» ante la evidencia de la supuesta avasalladora victoria «chavista» en el referendo revocatorio presidencial del próximo 15 de agosto.

«El cañón del no (a la revocación de su mandato» resuena en toda Venezuela!», afirmó Chávez a sus seguidores, a quienes advirtió: aunque «vamos a ganar esta batalla nadie debe bajar la guardia porque aún no la hemos ganado».

Chávez acusa al Gobierno de Bush de «estar detrás» del golpe de Estado que lo derrocó durante 48 horas en abril de 2002 y de otros «planes desestabilizadores» contra su Gobierno, lo que Washington ha negado tajantemente.

Con la llegada de Chávez al Gobierno, en febrero de 1999, los roces entre Caracas y Washington han sido casi permanentes.

Las críticas de EEUU se refieren a la supuesta intención «totalitaria» de Chávez, mientras las venezolanas acusan la presunta actitud de «dominación» de EEUU sobre Venezuela, quinto exportador mundial de crudo y uno de sus principales suministradores.

Chávez también repitió hoy que la «oposición desesperada» insiste en una campaña de «descrédito» contra el Poder Electoral y en generar «violencia» para enturbiar el proceso de referendo.

Ante un eventual intento desestabilizador el Gobierno «responderá cómo haya que responder, para defender la soberanía y la seguridad de Venezuela», reiteró Chávez.

Otro escenario que estudiarían los adversarios del Gobierno sería un «fraude electrónico» en el referendo con la colaboración de la telefónica  CANTV, agregó Chávez citando «informes preocupantes de Inteligencia».

«Si esa empresa se prestara (para un fraude en el referendo) ya tengo el decreto listo para su intervención, si es que la CANTV quisiera prestarse para atentar contra la nación», agregó Chávez.

La Compañía Anónima Nacional Teléfonos de Venezuela (CANTV), en la que Telefónica de España tiene un 6,9 por ciento accionarial, será la transmisora de los datos de las máquinas de votación que se utilizarán en el referendo contra Chávez.

Este martes, el presidente de la CANTV, Gustavo Roosen, negó la posibilidad de un «fraude electrónico» durante el referendo, tras entrevistarse con el vicepresidente venezolano, José Vicente Rangel.

El Gobierno ha dicho que ese fraude sería una posibilidad real porque «informes de Inteligencia» dan cuenta de reuniones entre «actores» de la telefónica y «miembros de la oposición».

Para que Chávez deje la Presidencia es necesario que sus opositores saquen más de los 3,7 millones de votos que el gobernante obtuvo en las elecciones de 2000, y que superen la votación que tengan los simpatizantes del presidente. EFE

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