CARACAS (AFP) – El presidente venezolano, Hugo Chávez, acusó al gobierno de Estados Unidos de «desear» un magnicidio en su contra, esbozado por un predicador de ese país, y anticipó que George W. Bush será el responsable si se concreta el asesinato.

Chávez dijo en un acto en el presidencial Palacio de Miraflores que el predicador Pat Robertson «ha expresado el deseo de la élite que gobierna los Estados Unidos y yo, entregado a Dios, vuelvo a repetir: si a mi algo llega a pasarme el responsable se llama George W. Bush, ese sería el asesino».

Chávez aseveró que hay «demasiadas evidencias» de la posibilidad del magnicidio, por lo que dijo que se ha estado reuniendo con un equipo político y militar para que sepan qué hacer si lo asesinan.

«Esto suena duro decirlo pero hay que decirlo. Yo me he estado reuniendo con un equipo político-militar para que todo esté claro si es que llega a ocurrir el magnicidio y para que todos aquí sepan lo que tienen que hacer, para que todo un país sepa lo que tiene que hacer», apuntó.

El mandatario de 51 años, que mantiene roces constantes con el gobierno de Bush, aseveró que sus seguidores «no tendrían más nada que cantar victoria y seguir impulsando esta revolución bolivariana» y los impulsó a «romper las reglas» si sus adversarios las rompen.

«Si ellos, nuestros adversarios rompen las reglas del juego, ustedes no estarían obligados a seguir las reglas del juego, tendrían que romperlas también», señaló.

Chávez dijo que las palabras del influyente predicador evangélico Robertson, que el lunes pasado dijo que «es mucho más fácil tener a agentes encubiertos» que «hagan el trabajo» para «desembarazarnos de un dictador violento» que iniciar una guerra, son compartidas por ex agentes de la CIA.

Según Chávez, estos ex agentes dijeron en televisoras estadounidenses que «hay que acabar con Hugo Chávez antes de que Chávez acabe con» ellos.

Chávez dijo ser víctima de una «nueva arremetida de la élite enloquecida que gobierna a los Estados Unidos y que tiene una verdadera dictadura contra ese pueblo y pretende seguir dominando al mundo a costa de lo que sea».

«Ya estamos nosotros convencidos de que el deseo inmoral e irracional de la élite guerrerista, de los halcones del Pentágono y la élite enriquecida de los Estados Unidos no va a poder dominar a los pueblos del mundo», afirmó.

Dijo que su gobierno aún no había tomado ninguna acción respecto al llamado de Robertson. No obstante, el abogado de Caracas en Washington José Pertierra dijo el jueves a la AFP que Caracas estudia presentar una denuncia en Estados Unidos por las declaraciones «terroristas» de Robertson.

Chávez se preguntó: «¿qué pasaría si aquí en Venezuela sale alguien en televisión a pedirle a mi gobierno que asesine al presidente de los Estados Unidos?».

«Me imagino todo lo que dirían y todas las presiones con su cinismo y discurso antiterrorista, porque eso es terrorismo», aseveró.

El Departamento de Estado calificó el martes de «inadecuado» el discurso de Robertson, pero recordó que era una opinión privada, lo que fue catalogado por el gobierno de Caracas como una posición «tibia».

El canciller venezolano Alí Rodríguez calificó los comentarios de «delito público» y pidió a las autoridades estadounidenses castigarlo.

Las palabras del predicador han sido fustigadas por distintos sectores venezolanos, tanto oficialistas como opositores, y de diferentes países del continente.

Este viernes los cancilleres del Grupo de Rio lo repudiaron en una declaración conjunta.

Chávez acusa constantemente a Washington de planificar un magnicidio en su contra o agresiones contra su país, mientras que el gobierno estadounidense asevera que el mandatario mantiene nexos con grupos desestabilizadores de América Latina.