CARACAS (EFE).- El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y el de Colombia, Alvaro Uribe, se reunieron hoy en una nueva cumbre en la que dejaron de lado sus diferencias ideológicas para ahondar en la cooperación energética entre ambos países. La construcción de un gasoducto entre Venezuela y Colombia, que después se extenderá a Centroamérica, se ha presentado como el objetivo primordial de esta nueva cita entre Uribe, el principal aliado de Washington en la región, y Chávez, su máximo detractor.

   Ambos gobernantes también estudian la eventual construcción posterior de un oleoducto hasta puertos colombianos, desde donde el crudo y los derivados de petróleo venezolano serán embarcados con destino a China y otros países asiáticos.

   Esta es su primera reunión desde febrero pasado, cuando dieron por superada la crisis causada por la captura en Caracas del líder guerrillero colombiano Rodrigo Granda, considerado el «canciller» de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

   «Todo el mundo sabe que Uribe y yo tenemos distintos enfoques; quién puede negarlo, pero lo reconocemos como presidente legítimo, no apoyamos ningún movimiento subversivo, guerrillero contra Uribe», dijo anoche Chávez.

   «El continente debe buscar su camino hacia la unidad», sostuvo hoy Uribe en declaraciones a emisoras colombianas poco antes de partir hacia Venezuela.

   Los presidentes y sus respectivas delegaciones se reunieron en el complejo industrial de Paraguaná, en la localidad venezolana de Punto Fijo, situada a 380 kilómetros al noroeste de Caracas y a unos 120 de la frontera común.

   El gasoducto, de 215 kilómetros de longitud, tendrá un costo aproximado de 300 millones de dólares, asumido en su totalidad por Venezuela, quinto mayor productor mundial de petróleo, según acordaron ambos presidentes en un memorando de intenciones de 2004.

   En principio, la conducción transportará gas colombiano desde Puerto Ballena, en el departamento de La Guajira (Colombia), hasta Paraguaná, donde Venezuela tiene sus mayores reservas de gas natural y uno de los mayores complejos de refino de crudo del mundo.

   Posteriormente, se utilizará para abastecer de gas venezolano a Colombia, Panamá y otras naciones centroamericanas.

   Las previsiones consideran que Colombia bombeará anualmente a Venezuela 150 millones de pies cúbicos de gas hasta 2010, aproximadamente, y después el gas venezolano irá en sentido contrario, con un volumen anual de entre 150 y 300 millones de pies cúbicos.

   Se espera que ambos presidentes acuerden en su reunión de hoy el trayecto exacto, su capacidad definitiva y otros detalles finales del gasoducto Paraguaná-Puerto Ballena.

   El ministro venezolano de Exteriores, Alí Rodríguez, explicó que en gas, Colombia «tiene reservas estimadas para siete años, tiempo suficiente para que la parte venezolana desarrolle sus reservas» en el bloque Urdaneta, también en la península de Paraguaná.

   El oleoducto, por su parte, permitirá transportar crudo y derivados de petróleo del Caribe venezolano a puertos del Pacífico colombiano, y de ahí exportarlos a Asia, «una iniciativa que atrae la atención de China», subrayó Rodríguez sin dar más detalles.

   En lo que va de año, el intercambio comercial con Colombia alcanza «la cifra récord de casi 3.000 millones de dólares», añadió.

   A principios de esta semana, Chávez también se reunió con el presidente argentino, Néstor Kirchner, con quien acordó la construcción de otro gasoducto entre ambos países, de 6.000 kilómetros y con un valor aproximado de 4.500 millones de dólares.

   Chávez y Uribe también abordan hoy las experiencias colombianas en la generación de energía eólica, así como formas de reforzar la colaboración de sus respectivos gobiernos en la convulsa frontera común de 2.219 kilómetros.

   Chávez podrá además agradecer personalmente a su homólogo colombiano la decisión de Bogotá, el miércoles, de negar la petición de asilo a seis militares venezolanos supuestamente implicados en el golpe de Estado de que fue objeto en abril de 2002.