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CARACAS (EFE).- El jefe del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, y el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, impulsaron ayer una alianza estratégica entre ambos países y defendieron el respeto en las relaciones internacionales y la autonomía de las naciones en la toma de decisiones.
Rodríguez Zapatero y el presidente venezolano comparecieron en conferencia de prensa tras la entrevista que mantuvieron en el Palacio de Miraflores y en el que presidieron la firma de una serie de acuerdos bilaterales, entre ellos el de venta de patrulleras y aviones de transporte.
Los dos interlocutores destacaron que ayer se cumpliera el 160 aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre sus dos países.
Zapatero subrayó que los acuerdos suscritos avanzan en la dirección de apoyar la integración regional, la lucha contra la pobreza, la cooperación cultural y en materia de Interior y Justicia
Acuerdos con los que confió en relanzar una estrecha relación bilateral fundamentada en el respeto mutuo, la franqueza, el espíritu de entendimiento y «la defensa incesante de la democracia, las libertades y los derechos humanos».
Chávez hizo una sucesión de «cantos a España», un país «hermano» con el que dijo que se profundizará la relación bilateral tras la visita de Zapatero.
«Hay que cantarle a esta España, la que retira tropas de Irak, la que ratifica ante el mundo una voz fuerte de autonomía, independencia y soberanía y la que ratifica su europeísmo», añadió Chávez, quien reivindicó ser «hasta cierto punto, hijos de El Quijote».
La actitud de Estados Unidos estuvo presente en la conferencia de prensa tanto por sus reticencias al acuerdo de venta de buques y aviones como por sus críticas a Chávez.
Respecto a la venta de las patrulleras y aviones de transporte, Zapatero y Chávez insistieron en que no hay motivo de preocupación porque no tienen carácter ofensivo y se dedicarán a la vigilancia costera y a la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico.
El presidente venezolano explicó que los buques que su país comparará a España son «armas para la paz» y no tienen «ni un cañoncito», mientras que Zapatero consideró que no tienen justificación las críticas a la operación realizadas por el líder del Partido Popular, Mariano Rajoy.
Respecto a las críticas que realiza Estados Unidos al presidente Chávez (entre ellas el considerarlo negativo para la región), Zapatero dijo que él no hace valoraciones de afirmaciones del Gobierno de Estados Unidos ni de ningún otro, e invitó a que las relaciones internacionales se muevan en el terreno del respeto.
«Quiero que respeten al Gobierno de España, a España como país y aplicar el principio de respetar a todos los países y gobiernos», añadió Zapatero, quien instó a usar el camino del diálogo y la cooperación.
Chávez tomó la palabra para responder a esa actitud de Estados Unidos asegurando que él «los quiere querer, pero no se dejan. `Ojalá que se dejen querer!», insistió.
El jefe del Gobierno español reiteró su apuesta por el papel futuro de la comunidad iberoamericana de naciones, informó del pleno apoyo que le dio Chávez a su propuesta de Alianza de Civilizaciones y destacó el pleno compromiso de Europa con Iberoamérica.
El presidente venezolano consideró que el viaje de Zapatero a su país ha servido para»reavivar los vientos» de la lucha contra la igualdad y la justicia social y establecer una alianza estratégica entre los dos países.
Además del acuerdo para la venta de buques y aviones, las delegaciones de ambos países suscribieron seis más, entre ellos uno elogiado especialmente por Chávez para la cooperación científica y técnica entre la empresa española Repsol y Petróleos de Venezuela.
El jefe del Gobierno español y Chávez suscribieron personalmente un memorándum de entendimiento entre los dos países para estrechar los lazos en numerosos ámbitos.
Además, otros acuerdos firmados tienen como objetivo la cooperación comercial y en materia energética. EFE
