BUENOS AIRES, AP. Más de 30.000 personas, casi todas mujeres, vibraron la noche del sábado al compás de la música de Chayanne en el estadio del club Vélez Sarsfield, en el primero de dos grandes recitales de la gira que también recorrerá otras provincias argentinas.

Habían pasado apenas cinco minutos de la hora de la cita con su galán cuando las mujeres comenzaron a aplaudir. De pronto las luces del escenario se apagaron y el aplauso se convirtió en un grito ensordecedor. Ahí estaba, guitarra eléctrica al cuello y en medio de fuegos artificiales, el puertorriqueño que hace latir sus corazones.

Acompañado por ocho músicos, dos vocalistas y cuatro bailarines que supieron seguirle el paso, Elmer Figueroa –su verdadero nombre–, tocó un variado repertorio ante jóvenes y otras no tanto, que festejaron cada una de sus bromas y suspiraron enamoradas cuando les dedicó un beso.

“Hace dos años que no les veía la cara y ustedes saben que son muy especiales para m풒, dijo y las mujeres cayeron rendidas a sus pies.

“Es tan lindo’’, decían algunas, mientras otras admiraban su forma de bailar y algunas más lo consideraban el hombre perfecto.

Mezclando su nativo ritmo caribeño con pasos de rap, el puertorriqueño promocionó su último disco, “Sincero’’ –donde toma distancia de los tradicionales ritmos tropicales para incursionar en un sonido más pop– y entonó sus ya clásicos “Provócame’’, “Dejaría todo’’, “Y tú te vas’’, “Tal vez es amor’’ y “Enamorado’’.

Con un par de pantalones vaqueros gastados y camisa arremangada, Chayanne se movió por el escenario como si fuera la sala de su casa y creó un clima de intimidad cómplice con sus fanáticas.