Chichiguas inspiran musical

Chichiguas inspiran musical

“Chichiguas al aire” contó con buenas interpretaciones y un vestuario acorde con las escenas. joselito peña

Las chichiguas, ese juguete volador que por generaciones ha traído diversión a grandes y chicos, ha servido de fuente de inspiración para un musical.

“Chichiguas al aire”, así fue denominada la producción de Sumaya Herrera y Cristian Pérez, que este fin de semana se presentó en el Palacio de Bellas Artes.

Con un elenco de 34 personas, dirigidos por Wendy Quéliz, el musical se desarrolló en dos actos que narran la historia de don Paco y “Cielo” una fábrica de chichiguas que está en peligro por los planes destructivos de “Moscosa”, encarnada por Bianca García.

El tema “La gran ciudad” dio inicio a este musical en el que los actores sobresalían con sus vestimentas grises y negras, un símil para decir que se trataba de un lugar frío, consumista e individualista.

En oposición a ello, con el tema “Viaje imaginario”, don Paco (Carlos Naveo) introduce a Julito (Nelson Sánchez ), un niño inquieto y poco atendido por sus padres, a ese mundo de fantasías y color que reina en la fábrica de chichiguas. Allí todo el panorama cambia. Los vestuarios, contrarios a la ciudad, son alegres, coloridos. Es un lugar que, a pesar de estar en peligro, brilla por su alegría.

En este primer acto los actores interpretaron 13 temas. Algunos de ellos versaban sobre el proceso de fabricación de las chichiguas.

Para el segundo acto adquirieron protagonismo los antagonistas comandados por Moscosa, que pretende destruir la fábrica por un problema de su niñez.

“Chichiguas al aire” cuenta con buenas actuaciones. Una de ellas es la del niño Nelson Sánchez, quien con su trabajo actoral y su soltura conquistó al público. Igual sobresalen Bianca García, Carlos Naveo y otros más. Zuma, personificado por Estefany Piña, fue un personaje que hizo reír muchísimo en su rol, gracias a su marcado acento cubano y sus divertidas ocurrencias.

Las canciones, la coreografía y su escenografía son elementos que aportaron.

Por otra parte, aunque la obra tuvo un buen comienzo, a medida que pasaba el tiempo se fue tornando lenta. “Chichiguas al aire”, con sus tres horas de duración, resultó demasiado larga, principalmente para los más pequeños de la familia. Muchos se durmieron, lo que obligó a que sus padres abandonaran la sala antes de acabar la función.

Este fue el elemento que restó lucidez, como lo demostraron los comentarios en la sala sobre la duración adecuada de un evento en el que se sabe habrá pequeños.

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