POR RICHARD LAPPER
En Santiago
Chile se prepara para una segunda ronda de la elección presidencial, ferozmente disputada, el mes próximo, después que los resultados de la primera vuelta mostraran que los candidatos derechistas de la oposición salieron mejor de lo que se esperaba.

Michelle Bachelet, candidata por la coalición gobernante de centro-izquierda Concertación, obtuvo cerca de 46% de los votos el domingo, y la médica de 54 años sigue como favorita para ganar la Presidencia el 15 de enero. Sin embargo, enfrentará un fiero desafío de Sebastián Piñera, un conservador moderado que registró más de 25%. Él y Joaquín Lavín, una figura más conservadora, juntos, lograron más votos que la señorita Bachelet. 

“La derecha puede ganar las elecciones”, dijo Marta Lagos, una encuestadora que trabaja con Mori Chile. “Esto hubiera sido impensable hace tres meses”. Los sondeos han revelado un sostenido descenso en el liderazgo de la campaña de la señorita Bachelet en las últimas semanas, aunque el gobierno saliente del señor Lagos es uno de los más populares en la historia de Chile.

A la candidata también le fue menos bien que su partido Concertación en las elecciones congresuales simultáneas que tuvieron lugar el domingo, en las que la alianza de cuatro partidos ganó más de 50% de la votación e incrementó su mayoría a 10 asientos en la cámara baja y dos en el Senado.

Los señores Pinera y Lavín y sus partidos estaban negociando desde el lunes una alianza electoral. Aunque las relaciones entre ambos candidatos y sus partidarios han sido tensas, Roberto Ossandón, un abogado que trabaja con la campaña de Piñera, dijo que el señor Lavín estaba “bien dispuesto” a participar en la campaña de derecha.

Lavín acompañaría al señor Piñera en varios viajes electorales por el país en las próximas cuatro semanas, dijo el señor Ossandón. Además, las negociaciones para incluir un representante del partido del señor Lavín -el UDI- en el comité de planeamiento de la campaña del señor Piñera estaban muy adelantadas.

El señor Piñera, un hombre que se hizo multi-millonario por sí mismo, y que es dueño de la exitosa línea aérea LAN Chile, tendrá que superar el escepticismo entre algunos grupos de negocios locales, y acercarse los electores más pobres atraídos por la marca conservadora más tradicional del señor Lavín.

Ambos candidatos de derecha se distanciaron del ex dictador Augusto Pinochet, aunque el señor Piñera tenía credenciales más fuertes en este respecto, por haber votado contra los intentos del señor Pinochet por retener el poder político en un plebiscito a finales de la década de los 80.

Sin embargo, la señorita Bachelet también pudiera batallar por reunir una mayoría absoluta en la segunda vuelta. Una tasa de abstención más elevada y el resultado mucho más pobre de un candidato de izquierda, Tomás Hirsch, el domingo, indican que el viaje pudiera resultar más incómodo de lo que ella hubiera esperado.

También, la señorita Bachelet quedó más abajo entre los hombres que entre las mujeres que votaron, lo que de acuerdo con la señorita Lagos demostró que los gerentes de la campaña no hicieron lo suficiente por preparar a los electores a aceptar los cambios culturales que representaría una mujer en la Presidencia.

El campo de Bachelet también está particularmente preocupado por el pobre resultado en las elecciones congresuales del partido Demócrata Cristiano, un miembro clave en la alianza Concertación.