MENDOZA, Argentina.    AP. Chile consiguió ayer  una victoria clave para seguir jugando ante miles de sus hinchas en el oeste argentino y un envión anímico enorme al ganar el Grupo C con un triunfo 1-0 en la agonía del partido contra Perú, su clásico rival del Pacífico.

   El peruano André Carrillo envió la pelota a su propio arco con la pierna después de un tiro de esquina chileno en el penúltimo minuto de los descuentos, y Chile jugará el domingo por cuartos de final en San Juan, a 160 kilómetros de su concentración en Mendoza.

   El triunfo dejó a Chile como líder con siete puntos, con lo que evitó un duelo con Argentina en la siguiente ronda. Su rival se definirá hoy (miércoles) entre Brasil, Paraguay, Ecuador y Venezuela.

   Perú, que ya estaba clasificado, cayó al tercer lugar con cuatro unidades, ya que a segunda hora Uruguay venció 1-0 a México y trepó al segundo puesto. Los uruguayos sumaron cinco puntos y enfrentarán a Argentina en la próxima fase.

   México se despidió sin puntos.

   «Chile merecía estar primero en el grupo», comentó el técnico de Chile Claudio Borghi. «Creo que el rendimiento fue bastante bueno, yo me quedé conforme».

   Perú y Chile ya estaban clasificados a la segunda ronda, por lo que Borghi y su par Sergio Markarián reservaron de entrada a varios titulares que estaban amonestados o con problemas físicos.

   Chile tuvo más la pelota y Perú se defendió con solidez, pero los blanquirrojos no renunciaron a atacar y tuvieron su figura en el hábil delantero William Chiroque, que complicó a los zagueros rivales con sus gambetas y generó peligro con un par de remates.

   Borghi mandó a la cancha a Luis Jiménez como enganche detrás de Humberto Suazo y Esteban Paredes. El circuito _muy aceitado cuando juegan los titulares_ funcionó en forma esporádica y el primer tiempo terminó parejo, con llegadas claras para los dos equipos. Paredes se perdió un gol delante del arco y Josepmir Ballón hizo lo mismo del otro lado de la cancha.