SANTIAGO DE CHILE (AP) _ Chile no dará la espalda a Haití y seguirá colaborando con las fuerzas de paz que permanecen en la isla, afirmó el domingo el canciller Alejandro Foxley.

La presidenta socialista Michelle Bachelet se reunió temprano con el mandatario electo de Haití, René Preval, y el tema de la colaboración con la nación caribeña fue uno de los principales asuntos tratados en el encuentro.

Preval viajó a Chile para asistir a la asunción presidencial de Bachelet, ocurrida el sábado.

«No vamos a dar la espalda al pueblo que tiene más dificultadas, más pobreza en América Latina», dijo Foxley luego de concluido el encuentro.

Preval declaró que «sería irresponsable de la parte haitiana querer que las fuerzas» chilenas se vayan y «sería irresponsable de la comunidad internacional querer retirar las fuerzas de Haití».

El mandatario electo dijo que tras las elecciones presidenciales del 7 de febrero «la situación de violencia se ha mejorado muchísimo»

«Pero sabemos también que la democracia solamente no va a mejorar las condiciones de vida de la población», agregó.

Preval afirmó que «ahora que la seguridad ha vuelto al país, debemos reemplazar los tanques de guerra por equipamiento para darle bienestar al pueblo, para trabajar por la infraestructura del pueblo haitiano».

Chile fue uno de los primeros países en enviar un contingente militar a la isla en marzo del 2004, cuando una insurrección popular derrocó al presidente Jean Bertrand Aristide, y actualmente mantiene medio millar de soldados y policías integrados a las fuerzas de paz de Naciones Unidas .

Sin embargo, hace varios meses la oposición derechista ha expresado su deseo de que los soldados chilenos se retiren de Haití.

«Espero que en Chile todas las corrientes políticas entiendan que la solidaridad vale no sólo internamente, con la gente más pobre, que tiene más problemas, también vale con esas personas que están viviendo situaciones muy angustiosas en Haití», señaló Foxley.

La ministra de Defensa, Vivianne Blanlot, dijo que «estoy a favor de que le demos el apoyo que ellos requieren y que Naciones Unidas acuerde».

Blanlot añadió que «la idea es que se vaya pasando, gradualmente, de una ayuda militar a un apoyo multilateral en materias económicas y sociales, en reconstrucción de infraestructura y reconstrucción de la institucionalidad».

Señaló que «siempre hay que considerar la posibilidad de entrenamiento para fuerzas policiales, que lo requieren en momentos de paz».

En la actualidad, Brasil tiene el mando de una fuerza de 9.000 tropas de estabilización en Haití de 40 países que fueron enviadas para ayudar a resturar la democracia en esta atribulada nación caribeña.

Jordania aporta el mayor contingente con 1.490 uniformados, seguido de Brasil con 1.050, Sri Lanka con 949, Uruguay con 760, Nepal con 750 y Argentina con 450.

El saliente gobierno del presidente Ricardo Lagos era partidario de mantener las tropas chilenas un par de años más. Su ministro de Defensa había dicho que Chile acompañará «uno o dos años» al pueblo haitiano en su tarea de reconstrucción de su país.