Trabajadores de la salud mueven a un paciente de COVID-19 desde una base de la Fuerza Aérea a la ciudad de Concepción para liberar unidades de cuidados intensivos en la capital en Santiago de Chile el martes 19 de mayo de 2020. AP
SANTIAGO— Ante el incremento en los contagios y casos críticos de coronavirus en Chile, el gobierno pidió el viernes a las Fuerzas Armadas incrementar el número de camas para enfrentar la pandemia. A comienzos de semana ordenó lo mismo al sistema privado de salud.
El país sudamericano sumó esta semana más de 18.000 nuevos contagiados, de los cuales cerca de un millar presionará más la red de camas críticas, pese a lo cual el ministro de Salud, Jaime Mañalich, afirmó que aún se está lejos de enfrentar el dilema de a quién dar “la última cama”.
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En medio de la presión, trascendió que dos hospitales entregaron igual número de cuerpos de pacientes muertos por el virus a familias equivocadas. En ambos casos las funerarias aseguran que recibieron los cadáveres cambiados desde las instituciones de salud. El subsecretario de Redes Asistenciales, Arturo Zúñiga, dijo que investigan lo sucedido para que no se repita.
Chile, con 61.857 infectados y 630 fallecidos, disponía el viernes de 346 ventiladores disponibles. Se espera que en los próximos días lleguen más.
En contraste, desde México, el presidente Andrés Manuel López Obrador se manifestó orgulloso de haber evitado un colapso del sistema sanitario pese a que la cifra de casos de coronavirus sigue en aumento y ya se han registrado casi 60.000 contagios y más de 6.500 muertos.
El mandatario criticó que los medios de comunicación comparen las muertes en México con las de países con mucha menos población y los tachó de “alarmistas” y de decir “muchas exageraciones”.
Países como Perú, con poco más de 30 millones de habitantes, casi duplica la cifra de casos confirmados, aunque los expertos reconocen que México -con 130 millones de habitantes- hace muy pocas pruebas y, por tanto, tiene un subregistro de los contagios.
Mientras se organiza la reanudación de actividades en distintas partes del país, la epidemia sigue en aumento de forma especial en la Ciudad de México, que concentra más de un tercio de los casos.
Funerarias y crematorios han visto multiplicado su trabajo en las últimas semanas mientras los hospitales de la ciudad están al 80% de su capacidad, según la alcaldesa Claudia Sheinbaum. También se están instalando más camas en instalaciones de las fuerzas armadas.
En Bolivia, el director del principal hospital público en una de las ciudades más castigadas por la pandemia, renunció debido a las largas jornadas de trabajo como médico de cuidados intensivos en condiciones precarias que le han provocado problemas de salud, mientras el gobierno de la presidenta interina Jeanine Áñez es blanco de críticas por un escándalo de corrupción en la compra de respiradores con sobreprecio y las presiones de los barrios populares para que levante la cuarentena que lleva dos meses.
En varias regiones se han registrado protestas contra el aislamiento y a favor de las suspendidas elecciones presidenciales que debían realizarse en tres meses. Áñez es candidata y podría ver comprometidas sus aspiraciones presidenciales, dijeron analistas.
Las autoridades sanitarias advirtieron del riesgo de suspender el aislamiento en momentos en que los contagios están en ascenso. Bolivia registra 4.972 casos positivos y 255 decesos.
Más tarde, en la región de Beni, fronteriza con Brasil, el gobernador Fanor Amapo declaró “desastre sanitario departamental” y acudió a autoridades de estado brasileño ante el colapso del sistema sanitario y la falta de médicos especializados. Amapo explicó que con la declaratoria se “permite pedir ayuda nacional e internacional para afrontar la pandemia”.
Desde Colombia, el gobierno multó a la mayor central de abastecimiento de alimentos de Bogotá por incumplir medidas sanitarias. En este país el virus ha dejado 19.131 contagios y 682 muertos.
De otra parte, se informó que casi 22 toneladas de insumos médicos y alimentos fueron movilizados por la Fuerza Aérea para ayudar a las poblaciones de Mitú e Inírida, zonas alejadas al suroccidente del país, por las dificultades económicas derivadas de la pandemia.
Por la tarde, la ministra de Gobierno de Ecuador, María Paula Romo, dijo en rueda de prensa que se aprobó que los aeropuertos del país empiecen a operar desde el 1 de junio con un límite de 30% de los vuelos previamente existentes, y además se autorizó la apertura progresiva de templos católicos para oración con un límite de 15 minutos para los visitantes, quienes deberán cumplir exigencias como toma de temperatura, desinfección de manos y zapatos, entre otros, pero no para misas y otras actividades masivas.
Añadió que para otros credos religiosos se irá aprobando su reapertura luego de que se aprueben los protocolos de seguridad respectivos.
Ecuador suma 35.828 contagiados, 3.056 fallecidos y 1892 probables fallecidos por coronavirus, estos últimos a los que no se les pudo hacer pruebas a tiempo.
Por su parte, el gobierno de Estados Unidos entregó a El Salvador 250 ventiladores mecánicos que serán distribuidos en la red de hospitales públicos que atienden pacientes con coronavirus. Los aparatos representan una donación valorada en más de tres millones de dólares y cumplirían la promesa que el presidente Donald Trump hizo a su homólogo Nayib Bukele en abril.
El Salvador registra 1.725 casos confirmados, 33 fallecidos y 566 recuperados.
Argentina reportó a su vez 10.216 infectados y 433 muertos. La cifra se conoce un día antes que el presidente peronista Alberto Fernández resuelva si extiende la cuarentena obligatoria que impuso el 20 de marzo.
Muchas provincias argentinas han flexibilizado el aislamiento social al detectarse pocos o nulos contagios en las últimas semanas. Sin embargo, la mayor preocupación persiste en Buenos Aires, especialmente en los barrios vulnerables donde los casos se han disparado en los últimos días.
En América Latina se han registrado a la fecha casi 524.000 contagios y más de 33.000 muertos, con Brasil con la mayor cantidad de infecciones y decesos.
A nivel mundial se han infectado más de 5,2 millones de personas y muerto más de 337.400, según el Centro de Ciencias e Ingeniería de Sistemas de la Universidad Johns Hopkins, que basa sus datos en los informes de los gobiernos y las autoridades de salud de cada país.
En la mayoría de la gente este virus provoca síntomas leves o moderados que desaparecen en dos a tres semanas. Pero en algunas personas, sobre todo los adultos mayores y quienes padecen trastornos de salud subyacentes, puede causar enfermedades más graves e incluso la muerte.