Chile recuerda caída de Allende

Chile recuerda caída de Allende

SANTIAGO DE CHILE (EFE).- Chile recordó ayer la caída del presidente Salvador Allende en el golpe militar del 11 de septiembre de 1973, con su principal protagonista, Augusto Pinochet, «triste» y en la «fase final» de su vida, según sus allegados.

   Pinochet «está afectado por su situación» y siente «una tristeza profunda, de adentro, del alma, por los días que está viviendo», afirmó a los periodistas el general retirado Luis Cortés Villa, uno de los más cercanos al ex dictador, tras visitarlo en su domicilio.

   Cortés Villa, director ejecutivo de la Fundación Augusto Pinochet, también describió un sombrío panorama del estado de salud del ex gobernante, que el próximo noviembre cumplirá 89 años.

   «El mismo nos expresó que la diabetes ha estado disparada por todas las situaciones que han pasado (…) si algo tengo que decir, con mucha sensibilidad y franqueza, es un hombre que está en una fase final», añadió.

   El 31 aniversario del golpe que lo llevó al poder encontró a Pinochet frente a una doble investigación judicial, por violaciones de los derechos humanos y por el origen de la fortuna que amasó desde entonces.

   El ex dictador está imputado por 19 desaparecidos en la Operación Cóndor, el plan conjunto de las dictaduras militares de los países del Cono Sur para eliminar opositores en los años 70 y 80, aunque momentáneamente su defensa ha logrado aplazar su comparecencia ante el juez.

   Además, afronta una investigación por enriquecimiento ilícito y cohecho debido al descubrimiento de millonarias cuentas secretas en el Riggs Bank de Estados Unidos.

   En el palacio de La Moneda, en tanto, el ministro del Interior, José Miguel Insulza, la esposa del presidente Ricardo Lagos, Luisa Durán, y Hortensia Bussi, viuda de Salvador Allende, encabezaron una misa con que el Gobierno recordó a los caídos hace 31 años en la sede gubernamental.

   El 11 de septiembre de 1973 La Moneda fue bombardeada y destruida por un incendio, mientras Allende se quitó la vida antes de caer en manos de los golpistas.

   Tras la ceremonia, el ministro Insulza manifestó su confianza en que en este aniversario no ocurran disturbios, como suele suceder, principalmente en sectores periféricos de la capital y otras ciudades.

   «Esperamos que esta noche y mañana la gente se porte bien», comentó, al tiempo que vaticinó que mañana, sábado, «va a estar todo normal» y anunció «medidas normales de seguridad».

   Agregó que mañana las puertas de La Moneda estarán abiertas al público, «igual que todos los días» y sólo se cerrarán cuando pasen por el sector «las manifestaciones autorizadas».

   «Hemos tomado resguardos en la periferia de Santiago y en los lugares en que habitualmente actúan grupos que aprovechan esta ocasión de pretexto para provocar desmanes», afirmó.

   Se trata, a su juicio, de actos «que no tienen nada que ver ni con el 11 de septiembre, ni con Allende, ni con las violaciones a los derechos humanos».

   Las autoridades autorizaron para el sábado siete marchas, de las cuales la principal partirá desde la céntrica Alameda Bernardo O»Higgins, pasará por un costado de La Moneda y culminará frente al memorial del Detenido Desaparecido y el Ejecutado Político, en el Cementerio General de Santiago.

   Esta marcha es organizada por la Asamblea Nacional por los derechos humanos, cuya presidenta, la abogada Julia Urquieta, espera una asistencia masiva y representativa «del sentimiento mayoritario de los chilenos frente a la lucha por la verdad y la justicia» que esa organización libró «durante más de 30 años».

   Hoy, además de la misa en La Moneda, el Partido Socialista y otras organizaciones de izquierda rindieron homenajes a Salvador Allende a los pies del monumento que lo recuerda, frente a La Moneda, y también en la puerta de «Morandé 80», que el extinto presidente utilizaba en sus idas y venidas durante su mandato.

   Dicha puerta fue clausurada por la dictadura militar (1973-1990) y sólo el año pasado fue reabierta por el presidente Ricardo Lagos.

   Los partidarios de Pinochet también conmemoraron la fecha con una conferencia del ex ministro de Hacienda Hernán B~chi, quien defendió la transformación económica del país durante el régimen militar.

   Hoy se considera culpables a quienes «dieron la cara para salvar al país», dijo B~chi, que antes de 1973 profesaba ideas izquierdistas y cercanas al Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), que luchó con armas contra el régimen y fue blanco de una sangrienta represión.

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