Este domingo, los chilenos vuelven a las urnas para decidir el futuro de la propuesta de nueva Constitución elaborada por el Consejo Constitucional. EFE/ Nacho Izquierdo
Santiago de Chile (EFE).- Más de 3.200 locales de votación abrieron este domingo sus puertas en Chile para recibir a los 15,4 millones de ciudadanos que tienen que decidir si aprueban o rechazan una nueva propuesta de Constitución.
La actual carta magna entró en vigor en 1981, en plena dictadura del general Augusto Pinochet (1973-1980), pero fue reformada decenas de veces en democracia, especialmente en 2005, durante la Presidencia de Ricardo Lagos (2000-2006).
Los locales de votación, que por ley están custodiados por los militares, cerrarán a las 18.00 hora local (21.00 GMT) y se espera que el resultado se conozca un par de horas después.
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De 17 capítulos y 216 artículos, el texto no logró consenso político en el Consejo Constitucional, el órgano de 50 consejeros elegidos en las urnas que redactó la propuesta durante seis meses y donde la ultraderecha y la derecha tradicional hicieron valer su mayoría, con 22 y 11 escaños, respectivamente.
Las derechas defienden que la nueva propuesta constitucional es mejor que la actual Carta Magna porque “recoge” las preocupaciones ciudadanas actuales, como la seguridad o la migración, y aseguran que su aprobación pondrá fin a los cuatro años de incertidumbre institucional que provocó el estallido social de 2019.
La izquierda, en cambio, califica la propuesta de “dogmática” porque perpetúa el modelo neoliberal que instaló el régimen y supone “retrocesos” en derechos sociales.
Chile, un segundo plebiscito que puede tener el mismo final
Se trata del segundo proceso constitucional que vive Chile, tras el que concluyó en septiembre de 2022 con un contundente rechazo del electorado a un proyecto escrito por una convención de mayoría izquierdista que proponía una transformación radical de la institucionalidad chilena.
Las últimas encuestas publicadas hace más de dos semanas anticipaban que la ciudadanía votará también en contra de este nuevo texto, aunque los expertos dicen que el escenario está más abierto de lo que parece porque hay voto obligatorio -se implantó en 2022- y hay una gran bolsa de electores desconocidos que llevan años alejados de las urnas.
Otra incógnita es cuánto afectará a la opción que defiende la izquierda, la de rechazar la propuesta, un caso de corrupción que afecta a uno de los partidos de la coalición oficialista y que en los últimos días ha tomado impulso con la detención de dos personas.
De rechazarse, seguirá vigente la actual Constitución y se cerrará al menos durante este mandato el debate constitucional porque el presidente chileno, Gabriel Boric, ya ha dicho que no impulsará un tercer intento.
El gobernante viajó a su natal Punta Arenas, a más de 3.000 kilómetros al sur de Santiago, para sufragar a primera hora de la mañana y regresar luego a la capital para seguir el escrutinio.
Boric celebra la democracia
El presidente de Chile, Gabriel Boric, aseguró este domingo que el plebiscito sobre la nueva propuesta de Constitución “fortalece” la democracia y dijo que, “independientemente de la opción que gane”, su Gobierno se centrará en las “prioridades de la gente”.
“Más allá de cualquier resultado, fortalece nuestra democracia. Chile ha demostrado una fortaleza que no tenemos que dar por sentado, ha demostrado que los problemas que tenemos en la sociedad los canalizamos institucionalmente y lo resolvemos de manera pacífica y confiando en el pueblo”, indicó el gobernante tras votar en su natal Punta Arenas, en el extremo sur.
“No en todos los lugares es así”, añadió el mandatario, quien seguirá los resultados del plebiscito desde Santiago.