PARÍS.  AFP. China vivió esta semana la peor catástrofe natural desde su creación como República, un sismo que devastó la provincia de Sichuán (suroeste) y cuyo alcance exacto apenas empieza a conocerse, con un balance de al menos 22,000 muertos que obligó a aceptar la ayuda internacional.

 El saldo mortal podría elevarse a más de 50,000 personas. Más de 4,8 millones de personas se quedaron sin techo solamente en Sichuán, epicentro del temblor, de magnitud 7,9 en su momento culminante.

 Es el terremoto más catastrófico desde que China fue refundada como República Popular en 1949. Peor incluso en términos de magnitud, que el de julio de 1976, que arrasó la ciudad de Tangshan, con 242,000 muertos oficialmente.

 El sismo del pasado lunes en Sichuán fue peor porque afectó una superficie de 100,000 km2, según el primer ministro Wen Jiabao, que acudió inmediatamente al lugar del desastre.

 Cinco días después del desastre, regiones enteras de la provincia de Sichuán seguían ayer incomunicadas, con las carreteras cortadas, un mínimo de 216,000 edificios derrumbados, daños en más de 400 embalses y la desesperación de los afectados habitantes y también de los de las provincias vecinas, también duramente afectadas.

 Según los expertos, las posibilidades de encontrar a supervivientes disminuyen muy rápidamente.

La cifra

50,000 podría ser la suma a que se eleven los muertos.  El saldo mortal podría elevarse a más de 50,000 personas, por las condiciones que se han dado en varias regiones de China, donde no hay comunicación.