POR BORIS CAMBRELENG
PEKIN (AFP).- China estaba el lunes al borde de desencadenar una guerra comercial en el sector textil con Estados Unidos y Europa, al suprimir inesperadamente unas tasas a sus exportaciones que debían entrar en vigor el 1 de junio. El ministerio chino de Finanzas anunció el lunes por la mañana la supresión de la mayoría de las tasas a la exportación de sus textiles, diez días después de haber anunciado ampliarlas a varias categorías de productos.
«Las tasas a la exportación se suprimirán a partir del 1 de junio para 81 categorías de productos de textiles», según un comunicado del ministerio.
Estos derechos de aduana habían sido impuestos por China el 1 de enero para 148 categorías de productos textiles, para limitar los efectos del fin de las cuotas en el sector.
Pese a esas tasas, las exportaciones chinas de textiles registraron desde entonces un aumento vertiginoso.
Estados Unidos y la Unión Europea adoptaron en abril medidas para limitar en varias categorías la invasión de textiles chinos. En un gesto de apaciguamiento, el gobierno chino decidió el 20 de mayo aumentar las tasas adoptadas desde enero para 74 tipos de productos.
Tras la decisión del lunes, esos derechos de aduana quedaron abolidos para la gran mayoría de los productos textiles, entre ellos las camisetas.
Precisamente en esta categoría de textiles, además de los hilados de lino, la Unión Europea había iniciado el viernes pasado consultas formales que abren la vía a la reimposición de cuotas en el mercado europeo contra los productos chinos del sector.
Los fabricantes chinos expresaron de inmediato su satisfacción por las decisión de su gobierno.
«Estados Unidos y la UE no apreciaron la sinceridad de China y mantuvieron sus retricciones. Es por ello que China ya no está obligada a proseguir sus esfuerzos» para limitar las exportaciones de sus textiles, opinó Sun Huaibin, portavoz del China Textile Industry Council.
Estados Unidos y la Unión Europea anunciaron medidas de salvaguarda que tendrán como consecuencia limitar a 7,5% para 2005 el alza de las importaciones de algunos tipos de productos textiles.
El ministro chino de Comercio, Bo Xilai, criticó estas medidas salvaguarda de Estados Unidos y la UE, pese a que están previstas en el protocolo de adhesión de China a la Organización Mundial del Comercio (2001), calificándolas de «infundadas» y «erróneas».
Pekin considera que el lapso de tiempo transcurrido entre la supresión de las cuotass textiles, el 1 de enero, no es suficiente para saber si los mercados occidentales han sido o no perturbados por el fuerte aumento de las ventas chinas de textiles.
«A mi entender, ni la UE ni Estados Unidos han suministrado suficientes cifras y datos», dijo Bo, destacando además que China y sus socios occidentales divergen sobre la interpretación de las estadísticas disponibles.
Tras esas medidas estadounidenses y europeas «cómo el gobierno chino podría aumentar los derechos de aduana a la exportación, cuando debe ser justo y equitativo ante las propias empresas chinas», se preguntó el ministro para justificar la medida, y recordó que el sector textil genera 19 millones de empleos directos en China.
El endurecimiento de la posición china se produce además pocos días antes de la llegada a Pekin, el jueves, del secretario estaodunidense de Comercio, Carlos Gutiérrez.
Por otro lado, en Francia, el presidente de la Unión de Industrias Textiles, (UIT), Guillaume Sarkozy, declaró el lunes tener la «absoluta convicción» de que la medida china de no tasar sus exportaciones «es producto del no francés» en el referendum del domingo sobre la Constitución europea.
«Tengo al absoluta convicción de que la decisión de China es producto del no francés, y que China apuesta por una división de Europa», dijo.