PEKIN, (AFP) – China anunció ayer sábado que aumentará su presupuesto militar el 14,7% en 2006, en la víspera de la apertura de la sesión anual de la Asamblea Nacional Popular (ANP, parlamento) y con el fondo de las tensiones con la isla rebelde de Taiwán, de nuevo amonestada por sus objetivos secesionistas.
Según el proyecto de presupuesto presentado este año a la Asamblea, la partida consagrada a la defensa nacional en 2006 se eleva a 283,8 billones de yuanes (35.000 millones de dólares), un 14,7% más que el año pasado, declaró el portavoz de la ANP, Jiang Enzhu, durante una conferencia de prensa.
Quiero insistir en el hecho de que China es una nación comprometida con la paz (…). China no tiene la intención ni la capacidad de acrecentar considerablemente su armamento militar, añadió.
Estos gastos representan el 7,4% del presupuesto fiscal nacional y se sitúan más o menos al mismo nivel que los del año pasado, según Jiang. El presupuesto es relativamente débil comparado con el de Estados Unidos, que gastó 401.700 millones de dólares en 2005, señaló.
El presupuesto debe ser aprobado durante la sesión plenaria anual de la ANP, el órgano legislativo supremo chino, que se abre el domingo en el Gran Palacio del Pueblo de Pekín en presencia de cerca de 3.000 delegados, bajo una gran vigilancia.
El ejército chino es el mayor del mundo con casi 2,3 millones de soldados y un presupuesto que creció un 10% anual en los últimos 15 años, aunque en 2005 el alza fue del 12,6% (29.900 millones dólares)
Estas cifras, que Estados Unidos cree infravaloradas, provocan temores en los países vecinos y en Washington por la rápida carrera armamentística de China, que amenaza el dominio estadounidense en varios ámbitos, desde la conquista espacial a las vías marítimas de Asia.
India anunció el 28 de febrero que va a aumentar sus gastos militares un 7,2% hasta 19.800 millones de dólares para el año fiscal 2006/2007, con el fin de financiar la modernización de sus fuerzas armadas.
Por otro lado, Jiang reiteró la advertencia lanzada por Pekín a principios de semana contra las fuerzas y las actividades secesionistas que actúan por la independencia de Taiwán, isla que China considera territorio propio.
Estamos firmemente decididos a oponernos a la independencia de Taiwán, a las fuerzas y actividades secesionistas, a mantener la paz en el estrecho de Taiwán y a garantizar la soberanía de China, así como su integridad territorial, declaró el portavoz.
A pesar de las advertencias de Pekín, el presidente taiwanés, Chen Shui-bian, decidió el lunes suprimir el Consejo para la Unificación Nacional (NUC), un órgano consultivo pero simbólico, ya que preconizaba la reunificación a largo plazo de la isla secesionista con el resto de China.
Pekín acusó inmediatamente al presidente taiwanés de poner la paz seriamente en peligro y de conducir a la isla a la catástrofe.
El presidente chino, Hu Jintao, calificó el martes esta decisión de paso peligroso hacia la independencia. Es una provocación seria contra el principio de una sola China, sobre el que insiste la comunidad internacional, y contra la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán, añadió.
Pekín señaló en varias ocasiones que lucharía, si es necesario por la fuerza, contra toda declaración formal de independencia de Taiwán, isla separada de hecho de la China comunista desde 1949 y a la que apuntan unos 700 misiles chinos.