Hoy 
PEDRO BLANDINO
El triunfo electoral de Tabaré Vásquez en Uruguay, Hugo Chávez en Venezuela y Ricardo Lagos en Chile, Lula Da Silva en Brasil, Alejandro Toledo en Perú y Néstor Kirchner en Argentina, la rebelión del pueblo argentino contra el Gobierno de corte neoliberal de Fernando de la Rúa y su ministro de Economía Domingo Caballo, la revuelta social contra el Presidente Gonzalo Sánchez de Lozada en Bolivia, el triunfo del Sandinismo de Nicaragua. Estos acontecimientos son una demostración clara del giro político en América Latina hacia una izquierda centrista, obviando con ello los años políticos nominados por el llamado «Consenso de Washington».
Todo parece indicar que América está en un proceso de renovación de una nueva realidad geopolítica, consecuencia de las transformaciones políticas y sociales que vienen demandando los pueblos y exigencias de una democracia más receptiva con sus demandas sociales, con desarrollo y progreso económico.
El foro social de Porto Alegre, después de (10) años ha aglutinado a la mayoría de los movimientos políticos y sociales de izquierda, de derecha, revolucionaria y reformista desafectos al neoliberalismo, claro que dentro de la realidad de esta, un nuevo escenario homogéneo, donde todavía existe una gran incertidumbre.
El Presidente Chávez, con su revolución bolivariana se ha concentrado más en el área andina, Centroamérica y parte del Caribe, acorde con las opciones de Gutiérrez en Ecuador y Toledo en Perú, quienes vieron empañadas sus aspiraciones por diversos fracasos políticos internos, no es menos cierto que el Presidente Lula Da Silva ha ido en ascenso por sus posiciones más moderadas, seguido de Kirsney, Lagos y Tabaré en la misma dimensión de pensamiento, dándole más capacidad de negociación frente a Washington.
Vista esta realidad política actual en el panorama geopolítico y hegemónico de América Latina, veamos el papel de China y Rusia frente a esta situación, que aparenta una disminución de influencia norteamericana en la región y una apertura hacia China y Rusia.
La recién celebrada «Cumbre de la APEC (Area de Cooperación Económica de Asia Pacífico), en Santiago de Chile contó con una participación activa de los mandatarios Chino, Ruso y Estadounidense. No cabe la menor duda que el mayor beneficiario fue el nuevo presidente chino Hu Juntao visitando Argentina, Brasil, Chile y Cuba demostrando el interés e importancia de China por América Latina.
No podemos olvidar que Argentina y Brasil son el Eje Potencial de Mercosur, como instrumento suramericano de integración y en contraposición al ALCA.
Retornando a China, esta ya ha superado a Japón como principal inversionista asiático en la región, sus intercambios comerciales han crecido en un 50.4% este último año y acaba de sellar alianzas estratégicas petroleras con Brasil y Venezuela incluyendo nuevos oleoductos y gasoductos.
Los Estados Unidos, después del 11 de Septiembre han tenido que desarrollar e invertir todos sus esfuerzos en su lucha contra el terrorismo y la situación política y económica en el Medio Oriente y su simpatía hacia las políticas del neoliberalismo, y quizás es lo que más ha provocado esta situación en América Latina.
El gobierno norteamericano tiene un aliado fiel y quien se ha fortalecido con su política antiterrorista y su lucha contra las guerrillas que es el presidente Alvaro Uribe Velez, de Colombia, quien a su vez ha logrado la reforma constitucional para la reelección.
Estamos seguros que esta situación influirá y será de relieve en la configuración de la política del Presidente Bush hacia América Latina.
