La tasa de inflación de Chile disminuyó en agosto frente a julio, cuando registró su nivel más alto en más en un año, mientras el banco central se prepara para comenzar a subir las tasas de interés.

Los precios al consumidor subieron un 2,6% respecto de un año antes, lo que se compara con la mediana de las estimaciones de 18 analistas encuestados por Bloomberg, de un 2,7%. Frente al mes anterior, los precios aumentaron un 0,2%; la inflación subyacente –que excluye los costos de los alimentos y la energía– fue del 1,9% en los últimos 12 meses.

La inflación se había acelerado en los últimos cuatro meses a medida que el crecimiento económico se recupera y el peso se debilita frente al dólar, lo que aumenta los costos de importación. A principios de esta semana, el banco central elevó su proyección de aumento de los precios para este año de un 2,8% a un 3,1%, mientras que mantuvo sus estimaciones para los próximos dos años en un 3 por ciento, la tasa objetivo. Los responsables de política dijeron que probablemente comenzarían a elevar los costos crediticios “en los próximos meses”.

“El Consejo considera que el grado de estímulo monetario actual es menos necesario y que, de mantenerse el escenario previsto, debería comenzar a reducirlo”, señaló el banco en su informe trimestral publicado el martes.
Los encargados de política también elevaron su proyección de crecimiento para este año de entre un 3,25 por ciento y un 4 por ciento a entre un 4 y un 4,5 por ciento.