China busca frenar contaminación fósil

China busca frenar contaminación fósil

MIna de carbón (Imagen de referencia)

Feifei Shen y e Stephen Stapczynski.

Hay por lo menos tres razones de peso que explican por qué China probablemente tenga éxito en lanzar el mercado de comercialización de créditos de carbono más grande del mundo cuando sus esfuerzos para limitar la contaminación se hagan sentir el año que viene.

El gobierno quiere ponerle precio a las emisiones de smog tóxico para controlar la contaminación en las ciudades industriales, empezando por Pekín. El mercado podría comercializar 408.000 millones de yuanes (US$61.000 millones) de certificados por año, medida que contribuirá a que la economía sea más transparente para los ajenos a él. Y es una buena medida de relaciones públicas que mostraría que China toma en serio el cambio climático.

Cualquiera sea el motivo, la decisión de China es la más importante que emplea un enfoque basado en el mercado para controlar la contaminación, superando la magnitud del sistema de US$55.000 millones anuales de Europa. Se trata del último ejemplo de cómo los países asiáticos recurren a las finanzas para gestionar la electricidad en lugar de utilizar controles directos. Bancos como China Everbright Bank Co. e Industrial Bank Co., así como China Energy Conservation & Environmental Protection Group están evaluando cómo obtener ganancias con ello.

“Por ser el mayor emisor de carbono del mundo, China reconoce que tiene un papel importante en la política climática mundial”, dijo Lee Levkowitz, analista de IHS Markit Energy en Pekín. “El gobierno chino también tiene mucho interés en frenar el aumento del consumo de combustibles fósiles para gestionar mejor su seguridad energética”, expreso.

La comercialización de créditos de carbono, destinada a proporcionar incentivos económicos para reducir la contaminación, perdió impulso en la última década porque los precios no alcanzaron el nivel de US$30 la tonelada como mínimo que, según la industria, se necesita para fomentar un verdadero cambio.

En Europa, el costo de una tonelada de compensaciones por emisiones de carbono cayó alrededor de un 80 por ciento desde el pico de 2008 a un promedio de 5,52 euros (US$6,25) este año en tanto los políticos no lograron absorber el excedente que se produjo cuando se desplomaron la producción y la contaminación. Las autoridades chinas suponen un precio similar por sus créditos, ya que calculan la magnitud de su mercado sobre la base de un costo de 40 yuanes la tonelada (5,30 euros).

Si el programa de China obliga realmente a una reducción de las emisiones es algo que no se sabrá hasta pasados varios años. También está la cuestión de por qué China puede hacer que funcione la comercialización de créditos de carbono cuando otros han fracasado. A esto, los defensores de esta idea responden que China simplemente podría estar entrando a un mercado en crecimiento.

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