PEKÍN. AFP. El ministerio de Defensa chino denunció ayer «una grave provocación militar» tras el vuelo la semana pasada de un bombardero estadounidense B-52 sobre islotes artificiales en el mar de China, reivindicados por Pekín y objeto de disputas con países vecinos.
«El 10 de diciembre por la mañana, dos bombarderos estadounidenses B-52 entraron sin autorización en el espacio aéreo de las islas chinas Nansha y de aguas territoriales adyacentes», indica el ministerio en una declaración en su sitio, aludiendo al nombre en mandarino de las islas Spratleys. Durante una misión de dos B-52 la semana pasada, uno de los dos aparatos se acercó a menos de dos millas marinas de un islote artificial construido por China en un arrecife de las Spratleys, supuestamente debido a malas condiciones meteorológicas, informó el viernes el Wall Street Journal, citando a responsables del Pentágono. «Este comportamiento (representa) una grave provocación militar, que complica la situación general en el mar de China meridional» y que contribuye «a la militarización de la región» acusa el ministerio de Defensa chino.
Durante una misión de dos B-52 la semana pasada, uno de los aparatos se acercó a menos de dos millas marinas, más de lo previsto, a un islote artificial construido por China sobre los arrecifes de las Spratleys, había informado el viernes el Wall Street Journal, citando a responsables del Pentágono. Por su parte, el Pentágono afirmó este sábado que investiga este incidente.