China en 2012: menos crecimiento, más «estabilidad» y ejército más fuerte

China en 2012: menos crecimiento, más «estabilidad» y ejército más fuerte

PEKIN (AFP) – El Gobierno chino prevé en 2012 un crecimiento económico menor que en 2011 y se propone reducir las tensiones sociales en el campo y acelerar la modernización del ejército para enfrentar eventuales «guerras locales» en Asia, indicó este lunes el primer ministro Wen Jiabao.

Wen detalló ese programa en una intervención de más de dos horas ante la reunión plenaria anual de la Asamblea Nacional Popular (ANP, parlamento), a pocos meses del inicio de una gran renovación generacional de los dirigentes de la potencia comunista.

El primer ministro anunció una meta de crecimiento del PIB de la segunda economía mundial de 7,5% en 2012, por debajo del 9,2% registrado en 2011 y del 10,4% de 2010, a causa de la crisis de la deuda en la Eurozona y de la lenta recuperación de Estados Unidos, que pesarán en la demanda de productos chinos.

Los objetivos de crecimiento del Gobierno suelen verse sin embargo superados (la meta de 2011 era de 8%) y los economistas prevén para este año un aumento de un 8% a un 8,5% del PIB chino.

Wen confirmó en su alocución ante unos 3.000 delegados -muchos de ellos con uniformes militares o con atuendos tradicionales de las minorías étnicas- la voluntad de reactivar las reformas económicas para reducir el enorme peso del aparato estatal, pero que según numerosos observadores están estancadas desde hace dos o tres años.

China quiere «romper los monopolios» y «alentar a los capitales privados a entrar en los ferrocarriles, las administraciones locales, la finanza, la energía, las telecomunicaciones, la enseñanza y la atención médica», dijo el jefe de Gobierno, en la misma línea de las últimas recomendaciones del Banco Mundial.

El gobierno fijó además su objetivo de inflación en 4% para 2012, al igual que el año pasado. En 2011 los precios aumentaron un 5,4%.

Wen insistió por otro lado en la necesidad de mantener la paz social en el campo, escenario de numerosas revueltas contra las expropiaciones abusivas de tierras.

El tema es particularmente sensible en vísperas del congreso del Partido Comunista Chino (PCCh), que en octubre designará a la cúpula dirigente que durante los próximos diez años debería estar al mando de este país de 1.350 millones de habitantes.

«Los derechos de los campesinos a la tierra en la que trabajan por contrato, en la que está construida su casa (…), son derechos de propiedad conferidos por la ley y nadie puede violar esos derechos», dijo el mandatario en su discurso pronunciado en el Palacio del Pueblo, junto a la plaza de Tiananmen de Pekín.

Formalmente, los campesinos chinos no son propietarios de la tierra que cultivan, pero desde hace unos treinta años gozan del usufructo gracias a contratos de arrendamiento de larga duración.

Wen Jiabao hizo esas advertencias al día siguiente de la inusual elección democrática de un comité municipal en el pueblo rebelde de Wukan (sur), donde los habitantes se habían rebelado contra los corruptos mandos comunistas locales que les habían confiscado tierras para revenderlas a promotores inmobiliarios.

«Trabajaremos con diligencia para determinar, registrar y certificar la propiedad de la tierra», añadió, y prometió un Gobierno «limpio» y «castigos severos para los (cuadros) corruptos».

En el plano militar, Wen insistió en la necesidad de acelerar la modernización de las fuerzas armadas chinas, con la mente puesta en ganar eventuales «guerras locales», al día siguiente del anuncio de un aumento de 11,2% del presupuesto de defensa.

«Mejoraremos la capacidad de las fuerzas armadas para cumplir una amplia gama de tareas militares, principalmente la de ganar guerras locales en las condiciones de la era de la información», dijo el primer ministro.

Las disputas territoriales de Pekín con países como Japón, Corea del Sur, Filipinas y Vietnam se intensificaron en los últimos años.

Los vecinos regionales acusaron a China de tener una actitud agresiva.

El creciente gasto de Defensa chino inquieta a Estados Unidos, que intenta expandir su potencia militar en Asia. AFP

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