Pekín.- El Gobierno chino confía en que Brasil pueda “mantener la estabilidad nacional y el desarrollo y continúe jugando un rol importante en asuntos regionales e internacionales” tras la destitución de la presidenta Dilma Rousseff.
Así lo expresó una portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Hua Chunying, en una rueda de prensa en Pekín, después de que Rousseff fuera sustituida de forma definitiva por el que fuera su vicepresidente, Michel Temer, quien viajó inmediatamente a China para representar a su país en la cumbre del G20.
“China y Brasil son mercados emergentes- somos compañeros estratégicos y nuestras relaciones han crecido en los últimos años”, subrayó Hua.
Asimismo, adelantó que los dos países “continuarán impulsando los lazos bilaterales de una forma igualitaria para mejorar la cooperación bilateral». Inmediatamente después de jurar su cargo, Temer partió a China para asistir a la cumbre del G20, que acogerá la ciudad de Hangzhou los días 4 y 5 de septiembre, el primer evento internacional al que asiste como presidente.
El Senado brasileño destituyó el miércoles a Rousseff en una decisión que supone el fin de un juicio político cuyo trámite comenzó en diciembre pasado.
Fuentes brasileñas informaron de que Temer se reunirá el viernes con el presidente chino, Xi Jinping, durante la cumbre del G20. Además, los líderes de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) celebrarán una reunión informal el domingo, antes del inicio oficial de la cumbre.