ATENAS (AP).- China remontó un déficit de dos parciales para vencer ayer sábado a Rusia en cinco sets y ganar la medalla de oro del vóleibol femenino de los Juegos Olímpicos. Cuba, por su parte, venció a Brasil en cuatro parciales y se tuvo que conformar con el bronce.
Ping Zhang acumuló 25 puntos en la victoria china 28-30, 25-27, 25-20, 25-23, 15-12, la que terminó con un remate de Yuehong Zhang por la esquina izquierda.
Las jugadoras chinas comenzaron a llorar y abrazarse tras ganar el partido, mientras que las sorprendidas rusas también quedaron sollozando en su banco.
CUBA GANA BRONCE
Las cubanas, con su marca de tres títulos olímpicos como cosa del pasado, salieron con todo y avasallaron 25-22, 25-22, 14-25, 25-17 a las brasileñas, segundas clasificadas en el mundo.
Nancy Carrillo y Zoila Barros encabezaron el implacable ataque cubano, con 16 y 15 puntos, respectivamente.
«Aunque ganamos el bronce, se siente como si hubiésemos ganado el oro»», dijo Barros. «Nuestro equipo es muy joven, y tenemos mucho tiempo para ganar más medallas»».
Cuba venía de ganar el otro en las tres olimpiadas anteriores, pero muchas de sus figuras se retiraron y el recambio de jugadores no fue del todo ideal.
Yumilka Ruiz, Ana Ivis Fernández, Marta Sánchez y Barros fueron las únicas sobrevivientes del equipo que ganó el oro en Sydney 2000. «Estamos muy felices y orgullosas»», dijo Ruiz.
Aparte de Cuba, sólo la Unión Soviética, en 1968 y 1972, es el único país que pudo ganar dos títulos seguidos en esta disciplina y cuatro en fila hubiese sido una hazaña impresionante para las caribeñas.
Tal pretensión se quedó en la nada al caer en cinco sets ante China en las semifinales, pero Cuba no estaba dispuesta a quedarse sin subir al podio de medallas.
Ana Chagas fue la mejor anotadora por Brasil, que perdió su semifinal ante Rusia, con 23 puntos. Las brasileñas ganaron el bronce en 1996 y el 2000, siempre perdiendo frente a Cuba en las semifinales.
«El equipo contra el que jugamos no es el equipo que conocemos»», dijo el entrenador cubano Luis Calderón.