Hoy 
PEKIN. AFP . Después de meses de dudas y protestas en defensa de los derechos humanos en China antes de la celebración de los Juegos Olímpicos de Pekín-2008, la nación más poblada del mundo hizo realidad su sueño e inauguró ayer el evento deportivo de mayor magnitud del planeta.
El presidente chino Hu Jintao declaró oficialmente inaugurados los Juegos Olímpicos, tras ser invitado a hacerlo por el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Jacques Rogge, antes de que el ex gimnasta chino Li Ning, encendiera la llama olímpica, luego de ser alzado con una cuerda. Hu Jintao declaró abiertos los Juegos en el estadio de Pekín, conocido como «Nido del Pájaro», de 91.000 plazas, tras el desfile de las 204 delegaciones que participan en el evento, que fue seguido por 4.000 millones de personas en todo el mundo.
Antes, el presidente del COI, Jacques Rogge, había calificado estos Juegos de «puerta abierta sobre el futuro» e invitó a los atletas a «comportarse como modelos para la juventud del mundo».
Decenas de jefes de Estado y de gobierno, entre ellos el presidente estadounidense George W. Bush, el presidente francés Nicolas Sarkozy, el brasileño Luiz Inacio Lula da Silva, y el primer ministro ruso Vladimir Putin, asistieron a la ceremonia.
«China ha soñado durante mucho tiempo con abrir sus puertas al mundo y acoger a los atletas de todos los continentes para los Juegos Olímpicos. Esta noche, este sueño se ha hecho realidad. Bravo Pekín», dijo Rogge en inglés antes de dar las gracias a la organización y a los voluntarios.
España, Argentina y Venezuela figuraron entre las delegaciones que fueron mejor acogidas durante la ceremonia de apertura de los Juegos, en la que China se llevó los mayores aplausos de su público y que busca el primer puesto del medallero en un evento en el que han invertido la suma de 40.000 millones de dólares.
Las claves
1. Aplausos
Las delegaciones que mayor acogida lograron de los 91 mil fanáticos en el estadio, fueron España, Venezuela y Argentina.
2. Asistencia.
En la tribuna del público se encontraba el presidente de los Estados Unidos, George W. Bush; Nicolas Sarkozy, de Francia; el brasileño Luiz Inacio Lula da Silva y el primer ministro de Rusia, Vladimir Putin, así como príncipes y delegados de varias naciones.
