China impulsó pacto en COP21 por sus problemas de polución

China impulsó pacto en COP21 por sus problemas de polución

Una mujer circula en bicicleta con una mascarilla cubriéndole la boca, en una jornada con un alto nivel del contaminación en Beijing, el 13 de diciembre de 2015. (Foto AP/Andy Wong)

BEIJING. La presión de China para lograr un acuerdo global sobre clima se debió en parte a su creciente necesidad de solventar sus graves problemas medioambientales, dijeron observadores el domingo. China, el mayor emisor mundial de gases con efecto invernadero, fue acusado de obstaculizar las últimas negociaciones de alto nivel sobre clima en Copenhague en 2009.

En esta ocasión, envió contundentes señales políticas advirtiendo sobre su posición favorable a un pacto antes y durante las negociaciones de la cumbre de París, también conocida como COP21, que terminó el sábado con un acuerdo para evitar que la temperatura del planeta aumente otro grado Celsius (1,8 grados Fahrenheit) de aquí a 2100.

“Los temas ambientales son mucho más importantes para el pueblo chino y por lo tanto para el gobierno chino”, dijo Dimitri de Boer, responsable de China Carbon Forum, una organización sin ánimo de lucro con sede en Beijing. Desde 2009, la gente ha pasado de no saber mucho, de no preocuparse por temas medioambientales “y centrarse sobre todo en su deseo de hacer algo de dinero, a estar muy preocupada ahora por las cuestiones ambientales, tanto como de ganar dinero”, agregó. Las ciudades de China están entre las más sucias del mundo después de tres décadas de crecimiento económico explosivo que llevaron a la construcción de cientos de plantas eléctricas de carbón y al aumento del parque automovilístico.

China recibió un recordatorio de los importantes retos medioambientales que enfrenta durante la conferencia de París, cuando su capital, Beijing, emitió su primera alerta roja por la contaminación como consecuencia de una espesa nube de residuos. La ciudad impuso limitaciones a vehículos, fábricas y obras y decretó el cierre de las escuelas. El gobierno chino presionó para la consecución de un pacto por sus propios problemas y porque los efectos del cambio climático son cada años más visibles, dijo Jiang Kejun, investigador del National Development and Reform Commission, la principal agencia de planificación económica del país.

El mensaje sobre el cambio climático “es muy claro — debemos hacer algo — y mientras, el proceso de formulación de políticas nacionales está cada vez más orientado al medio ambiente”, apuntó Jiang. La contaminación del aire en Beijing ejerce presión sobre los políticos y China avanza hacia una economía con bajas emisiones de todos modos, agregó. Para facilitar el camino a un acuerdo, China y Estados Unidos, dos de los principales emisores de dióxido de carbono del mundo, establecieron el año pasado 2030 como fecha límite para detener el aumento de las emisiones.

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