China inaugura un nuevo ramal del gasoducto procedente de Asia Central

China inaugura un nuevo ramal del gasoducto procedente de Asia Central

Pekín. China puso en marcha hoy la tercera línea del gasoducto que transporta gas natural desde varios países de Asia Central hasta el gigante asiático, un nuevo ramal que incrementará el suministro actual en 25.000 millones de metros cúbicos a finales de 2015.

Según un comunicado de la Corporación Nacional Petrolera de China (CNPC), la nueva línea tiene una longitud de 1.830 kilómetros y transcurre paralelamente a las dos que ya están en funcionamiento, que comienzan en la frontera entre Turkmenistán y Uzbekistán, cruzan el sur de Kazajistán y entran a China a través de la región noroccidental de Xinjiang.

La capacidad del nuevo ramal, denominado “Línea C”, es actualmente de 7.000 millones de metros cúbicos anuales, una cifra que se incrementará hasta los 25.000 a finales de 2015, según CNPC. De este monto, Turkmenistán y Uzbekistán proporcionarán 10.000 millones de metros cúbicos cada uno mientras que los 5.000 millones restantes procederán de Kazajistán.

Se espera que las tres líneas existentes lleguen a una capacidad máxima de 55.000 millones de metros cúbicos anuales a finales de 2015, a falta de que entre en funcionamiento el cuarto y último ramal, cuya construcción empezará a finales de este año.

Cuando las cuatro líneas estén abiertas y funcionen a pleno rendimiento, transportarán más del 40 por ciento del gas que importa China cada año, unos 80.000 millones de metros cúbicos.

CNPC es la matriz de la petrolera estatal Petrochina, la mayor productora de petróleo del país asiático y su segunda mayor refinería. La petrolera está aumentando su producción de petróleo y gas en el extranjero, con proyectos en Australia y Canadá, mientras expande su red también de oleoductos a través de China para canalizar también crudo desde Asia central.

Según la compañía, la inauguración de la tercera línea supone “la ampliación de la cooperación estratégica entre China y los países de Asia Central, que escriben un nuevo capítulo en la historia de las relaciones entre las naciones y engrandece la importancia de la antigua Ruta de la Seda».

Pekín quiere que Asia Central se convierta gradualmente en su principal fuente de energía, dada la inestabilidad de Oriente Medio y el alto coste de los hidrocarburos rusos.

Sin embargo, hace un mes CNPC acordó con la rusa Gazprom el suministro anual de 38.000 millones de metros cúbicos de gas natural desde Rusia a China a partir de 2018 y durante 30 años.

La continua alza de las compras de gas natural por parte de China muestra el interés del país en invertir en combustibles más limpios, en un momento en que intenta frenar su dependencia energética del carbón, que provoca serios problemas de contaminación en el país.

No obstante, a día de hoy el gas natural supone aún el 5 por ciento del total del consumo energético del país.

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