China muestra al
mundo su esplendor

<P>China muestra al<BR>mundo su esplendor</P>

Con otra fiesta de perfección estética memorable, en la que los fuegos artificiales y la cultura china volvieron a tener un papel protagonista, Pekín cerró unos Juegos Olímpicos que acabaron exorcizando todos los temores que se habían generado en torno a ellos y acabaron bordeando la perfección.    Con estos juegos y  esplendor los chinos mostraron al mundo que son, en todos los campos, una potencia mundial.

Pekín, (EFE).- Con otra fiesta de perfección estética memorable, en la que los fuegos artificiales y la cultura china volvieron a tener un papel protagonista, Pekín cerró unos Juegos Olímpicos que acabaron exorcizando todos los temores que se habían generado en torno a ellos y acabaron bordando la perfección.

   Con 91.000 espectadores  volcados con el espectáculo, y miles de atletas sobre el campo del Estadio Nacional,  el director de cine y Zhang Yimou volvió a dejar boquiabiertos a todos con una clausura llena de luz y brillo, en la que el tenor español Plácido Domingo, muy querido en China, prestó su voz.    Los fuegos artificiales, inventados por China hace dos milenios, abrieron la fiesta dibujando la cuenta atrás, desde el número 29 (por ser Pekín los Juegos de la vigésima novena Olimpiada) hasta el cero, y, como en la inauguración, miles de extras volvieron a tomar el estadio con vistosos trajes.

   Más de mil bailarinas adornadas con campanas de plata, carros con tambores que recordaron la parafernalia del Circo del Sol.

El país China cumplió.

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