Pekín. Las autoridades chinas permitirán a las entidades financieras del país que puedan establecer sus propias tasas de cambio entre la moneda nacional, el renminbi (RMB) o yuan, frente al dólar estadounidense en las operaciones con sus clientes.
La medida, que supone un paso en la liberalización de las tasas de cambio de la moneda china, la anunció hoy en un comunicado la Administración Estatal China de Divisas (SAFE en sus siglas en inglés) y permitirá que los bancos fijen la tasa “de acuerdo con la demanda del mercado».
La nueva ley, de aplicación inmediata, supone un avance en este ámbito ya que, hasta ahora, los precios de compra y venta de la moneda china que aplicaban los bancos del país estaban sujetos a los controles de las autoridades.
Sin embargo, a pesar de la medida anunciada, las tasas que ofrecerán los bancos estarán aún guiadas por las que se ofrecen en el mercado interbancario, que sigue controlado por el Banco Popular de China (central), que solamente permite fluctuar el valor del renminbi con el dólar a un máximo del 2 por ciento diariamente.
China se ha comprometido a liberalizar las tasas de interés, los controles de divisas y a abrir gradualmente su cuenta de capital con el objetivo de reformar el modelo económico del país, hasta ahora dependiente de su competitividad exterior y de la inversión pública, para que el consumo interno sea el motor de crecimiento.
A través de la reforma financiera, que el gobierno se ha marcado completar en los próximos dos o tres años, se pretenden modificar los controles de capital, las divisas y las tasas de interés, entre otros, con el objetivo de impulsar el consumo interno y racionalizar el crédito a las empresas.
Además, las autoridades de la segunda economía mundial buscan una mayor internacionalización y uso del renminbi en los mercados, algo que pasa obligatoriamente por la liberalización de la moneda.
Los primeros pasos de la reforma financiera en el país se están llevando a cabo en la Zona Piloto de Libre Comercio de China (ZPLC), en Shanghái, que recientemente ha autorizado a las instituciones financieras a abrir cuentas separadas para clientes individuales o corporativos en esta nueva zona.
Así, las empresas registradas en la ZPLC y las personas, chinas o extranjeras, que lleven trabajando allí más de un año, pueden abrir cuentas en bancos con libertad para meter y sacar dinero del país a través de otras cuentas que tengan con la misma entidad en Shanghái.
La ZPLC está llamada a liberalizar el cambio del yuan y los tipos de interés de manera experimental, de manera que las medidas exitosas puedan ser luego replicadas en China.