China reacciona imponiendo aranceles a Estados Unidos

China reacciona imponiendo aranceles a Estados Unidos

El Gobierno de China respondió a los nuevos aranceles impuestos por Estados Unidos el lunes con una batería de nuevos aranceles por valor de 60.000 millones de dólares.
China impondrá aranceles de entre un 5% y un 10% (los expertos barajaban que podrían ser de hasta el 25%, pero finalmente Pekín ha moderado las contramedidas) a unos 4.000 tipos de productos, que entrarán en vigor también el 24 de septiembre.
Tras haber impuesto aranceles del 25% a una decena de productos importados desde China y valorados en 50.000 millones de dólares, el presidente estadounidense Donald Trump aprobó el lunes nuevas tarifas por 200.000 millones de dólares adicionales.
Las medidas entrarán en vigor el próximo 24 de septiembre y se han fijado en el 10% sobre miles de productos, aunque podrían ascender al 25% a partir del año que viene si no se producen avances en las negociaciones.
«A pesar de la decidida oposición de China y a la presentación de quejas formales, EEUU ha insistido en adoptar una postura errónea, violando las normas de la Organización Mundial del Comercio», señalaron en un comunicado las autoridades chinas, que ya habían amenazado con tomar esta medida si Washington dictaba nuevas tarifas.
De acuerdo con el comunicado del Ministerio de Comercio, las medidas arancelarias de Washington «amenazan los intereses económicos y la seguridad de China», por lo que Pekín se ha visto obligado a actuar «para defender los derechos legítimos y los intereses de la economía china».
La ofensiva de Trump y la respuesta de Pekín colocan a los mercados en una situación de incertidumbre sin precedentes. Las consecuencias de una guerra comercial entre las dos mayores potencias del mundo podría frenar en seco la recuperación y agravar las políticas proteccionistas que están empezando a consolidarse en muchos mercados.
«Un montón de dinero está a punto de regresar a las arcas de Estados Unidos», ha asegurado Trump, que está haciendo de la batalla comercial el gran eje central de su estrategia exterior. El inquilino de la Casa Blanca ha explicado que China «quiere llegar un acuerdo, pero, desde nuestro punto de vista, tiene que ser justo, tiene que tener en cuenta a nuestros trabajadores».
Los nuevos aranceles afectarán a una batería de artículos chinos liderados por los componentes electrónicos, uno de los productos más estratégicos del gigante asiático.
La represalia comercial incluye también a pescados como el salmón, la tilapia y el bacalao o las gambas.
En el listado figuran, además, frutas y verduras, cereales, maderas, embarcaciones, material de construcción, productos químicos, combustibles, tabaco y alcohol, textiles, bolsos, contestadores automáticos y material fotográfico y de vídeo, entre otros.
Los gravámenes implicarán aumentos de precios para los consumidores o menos márgenes de rentabilidad para las empresas productoras, lo que tendrá consecuencias en los mercados de todo el mundo. Previsiblemente, la guerra comercial también se traducirá en una devaluación de las divisas emergentes encabezadas por el yuán .

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