PEKÍN (EFE).- Tres sacerdotes de la iglesia protestante clandestina fueron detenidos esta semana en China, aunque dos de ellos ya han sido puestos en libertad, según informaciones de la organización China Aid Association publicadas por el diario “South China Morning Post”.

Al parecer, la policía de Shangai intervino en un grupo de estudio de la Biblia en el distrito de Minhang el pasado martes y detuvo a los sacerdotes Zhang Guangming y Ye Shengchong.

Según la misma fuente, uno de ellos ya ha sido liberado, aunque la policía local no ha reconocido ninguna detención.

Por otra parte, el sacerdote Chu Wei, popular entre los protestantes no reconocidos por el régimen chino, fue detenido durante cuatro horas en Pekín ayer.

Chu, quien reside normalmente en la provincia oriental de Anhui, se había trasladado a Pekín para buscar asistencia legal que ayude a los fieles protestantes perseguidos en la vecina provincia de Henan, una de las más activas de China en la clandestinidad.

Estas detenciones parecen ser parte de la reforzada vigilancia que las autoridades chinas ejercen sobre los miembros de las iglesias católica y protestante clandestinas, es decir, no afiliadas a los órganos patrióticos tolerados por el Partido Comunista.

   La Iglesia Patriótica Católica china y la Iglesia Patriótica Cristiana (protestante) China son los organismos permitidos por Pekín para que sus fieles ejerzan en ella la libertad de culto, dentro de los límites “nacionales”.