Hoy 
En verdad, en esta generación estamos viviendo uno de los procesos más impresionantes de la historia universal. No es de otra forma que pueden caracterizarse los cambios realizados en China y la transformación que están operando en la geopolítica mundial. Ciertamente, se trata de un fenómeno tan trascendente, en la reformulación actoral protagónica del escenario mundial, que nunca se habían producido esos cambios dentro de la vida de una misma generación.
Dentro de unos días, el 1 de octubre, se celebran los 63 años de aquel momento en que Mao Zedong proclamó la República Popular de China, expresando aquella famosa frase de que el pueblo chino se había levantado. Sin embargo, si bien esa fecha marca un momento en la historia china, no fue sino algo más de 30 años más tarde en que el pueblo chino se puso realmente de pie y echó a andar para recuperar su posición histórica en el mundo haciéndole honor a aquella advertencia napoleónica, de casi dos siglos antes, en el sentido de que el mundo se estremecería el día que China despertase.
De un país sumamente atrasado, que políticas erradas lo habían sumido, incluso, en situaciones de hambrunas, en 20 años, para el 2000, ya era una de las economías más pujantes sobre la que muchos gurúes no podían interpretar de manera adecuada su potencial y la realidad que representaba, como todavía hoy sigue ocurriendo. En ese año desplazaba a Italia de la sexta posición mundial. En ese momento, algunos se inspiraron y pronosticaron que en 20 años más superaría a Japón en el segundo lugar. Se equivocaron por 10 años. En el 2006 remontaba a Francia en el quinto lugar, ese mismo año también superó a Gran Bretaña en el cuarto; en el 2007 sacaba a Alemania de la tercera posición y en el 2010 se adueñaba del segundo lugar, sacando a Japón del mismo.
Para la OCDE, principal organización de los países desarrollados, la economía china estaría alcanzando a la norteamericana en el 2025; sin embargo, para la agencia Jeffry and Sachs eso ocurriría en 30 años, para el 2040; los europeos, en general, consideran que sería para el 2039, en tanto el Grupo Goldman Sachs lo sitúa en el año 2027. El FMI prevé que pudiera ser tan pronto como en el 2016 y las estimaciones de la CIA apuntan a antes del 2020. Por lo tanto, el problema no es si llega o no, sino cuándo.
El Wall Street Journal, portavoz del sistema financiero norteamericano, citaba a Lawrence Summer, exsecretario del Tesoro estadounidense, diciendo: Cuando alguien escriba la historia de nuestra época dentro de 50 o 100 años es poco probable que haga hincapié en la Gran Recesión del 2008 o en el problema fiscal que los Estados Unidos enfrentó en la segunda década del siglo XXI sino que más bien, decía, tratarían de cómo el resto del mundo se ajustó al movimiento del eje de la historia hacia China.
