PEKIN (AFP).- Cada vez más fuerte, la economía china podría convertirse el miércoles en la cuarta del mundo, superando a Francia e incluso a Gran Bretaña, tras la publicación de su crecimiento en 2005, cercano al 10%.
Gracias a ese crecimiento estimado en 9,8%, China debe superar a Francia (5ª), a la que ya se acercó en 2004 gracias a un PIB de 1,97 billones de dólares, contra 2 billones para el país europeo.
Incluso podría adelantar en el cuarto puesto a Gran Bretaña, que registró un PIB de 2,14 billones en 2004. Ello dependerá del crecimiento británico, bastante débil en el tercer trimestre de 2005 (1,7% en un año), y de la fuerza de la libra esterlina ante el dólar.
En una reciente nota, los analistas de Lehman Brothers opinaban que la economía china ya ha superado a Francia, y probablemente al Reino Unido, incluso apostando por un crecimiento británico del 5%, muy superior a las propias previsiones de Londres.
Lehman Brothers ya revisó su estimación de crecimiento chino para 2005 de 9,4% a 9,8%, en línea con las previsiones del gobierno chino.
Según simples extrapolaciones, la economía china podría superar la de Alemania de aquí a 2010, y la de Japón de aquí a 2020, o incluso antes y por lo tanto estar en el trío de cabeza mundial, actualmente integrado por Estados Unidos, Japón y Alemania, según los expertos.
Pero precisan que estas proyecciones a largo plazo deben tomarse con precaución, debido a los desafíos que China tiene que afrontar para sostener semejante crecimiento, especialmente en el ámbito social.
En efecto, poco importa la talla de la economía china, porque si se la compara con su población de 1.300 millones de habitantes -entre ellos 800 millones en medio rural- su riqueza ya no impresiona tanto.
En 2004, el gigante asiático ocupaba el lugar 107 en el mundo en términos de PIB por habitante, según estadísticas oficiales chinas.
Además, unos 90 millones de personas -de las cuales 76 millones en el campo- viven en China con menos de un dólar por día (umbral de la pobreza admitido internacionalmente), siempre según cifras chinas. Tenemos numerosos problemas que resolver, como el desequilibrio entre zonas urbanas y zonas rurales, y las disparidades de ingresos, reconoce Zuo Xiaolei, economista jefe de Galaxy Securities, en Pekín.
Según la OCDE, en 2003, un habitante de las ciudades ganaba en promedio 3,2 veces más que uno del campo, mientras que esa relación era de 1,85 a mitad de la década de los 80.
No sólo está el probema de las desigualdades, sino también el de la ineficacia energética, de la contaminación, destaca la delegación económica francesa de Pekín.
Para uno de los consejeros franceses de esa delegación, ver a la economía china superar la talla de la economía francesa es natural: China tiene 1.300 millones de habitantes, y Francia 65 millones.