China viral: alarma mundial

China viral: alarma mundial

De la noche a la mañana y gracias al potentísimo gran poder mediático, Wuhan, ciudad capital de la provincia Hubei, localizada en la parte central de República Popular China, se ha convertido en el ojo del huracán noticioso epidemiológico mundial, debido a la aparición a finales de año 2019, de un brote de pulmonía en trabajadores ligados a un mercado de mariscos vivos. Los investigadores sanitarios locales aislaron como el agente causal de la enfermedad a una nueva variante mutada del coronavirus responsable del Síndrome Respiratorio del Medio Oriente.
El germen infeccioso ha sido bautizado con el nombre de 2019-nCorona Virus. Para la cuarta semana de enero 2020 se había confirmado un total 858 casos encabezado por la China con 830 casos, seguido por Tailandia con 5, Hong Kong con 4, Singapur con 3, Francia con 2 y Estados Unidos con 1. Las defunciones se elevaban a 26.
En el año 2016, el doctor David H. Walker, del Departamento de Patología de la Universidad de Texas, publicó en la Revista Americana de Patología un trabajo que tituló: “Valor de la autopsia con énfasis en un fallecido a causa del síndrome respiratorio del Medio Oriente”.
En la casuística se hablaba de un 35% de mortalidad mayormente en ancianos, individuos con morbilidades del tipo diabetes mellitus, insuficiencia renal crónica, hipertensión arterial, obesidad, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, trastornos cardíacos crónicos, así como personas con inmunodeficiencia. Los afectados se quejaban de fiebres, escalofríos y tos seca con dificultad para respirar. Para esa fecha, se quejaba amargamente el Dr. Walker de que, pese a las 500 muertes acaecidas, solamente un estudio post mortem había sido llevado a cabo.
En el presente brote la primera víctima mortal registrada correspondió a un ciudadano chino de 61 años que fue de compra al mercado, sufría de trastornos hepáticos crónicos y males cardíacos. Su causa inmediata de muerte se le atribuyó a una falla del corazón con una neumonía agregada. El segundo deceso ocurrió en un hombre de 69 años y su fallecimiento se le achacó a una tuberculosis pulmonar a la cual se le sumó un shock séptico. En ninguno de los 26 casos fatales se ha realizado una necropsia.
Es mucha la información que pudiera derivarse del estudio post mortem de los órganos y tejidos de los enfermos que perecen debido a esta nueva cepa mutante del coronavirus.
La Organización Mundial de la Salud, OMS, ha decretado una alerta epidemiológica al tiempo que clasifica los casos como sospechosos si una persona con infección respiratoria aguda grave ha viajado desde Wuhan en las últimas dos semanas; casos confirmados aquellos con una prueba de laboratorio positiva para el virus, y casos probables los que tienen unos resultados de pruebas serológicas dudosas.
Se debe evitar el contacto cercano con personas que muestren síntomas compatibles con la afección. Esos pacientes deberán cubrirse la boca y las fosas nasales con el codo, pañuelos, o toallitas descartables cada vez que tosan o estornuden. Médicos y enfermeras tomarán las precauciones de lugar.
La buena noticia es que se está trabajando a todo vapor en el loable propósito de generar una vacuna contra la enfermedad. El Ministerio de Salud Pública en consonancia con las directrices emanadas de la OMS ha activado la vigilancia en los puertos aéreos y marítimos del país.
Eduquemos a la población en general, sin llevar el pánico, ni el desasosiego a la familia dominicana.

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