China vuelca su fortaleza comercial sobre AL

China vuelca su fortaleza comercial sobre AL

MIAMI (EEUU), (EFE).- China ha volcado su apetito comercial en Latinoamérica con una serie de acuerdos y promesas de inversiones que pueden ayudar a fortalecer las economías de la región ante la aparente indiferencia, por el momento, de Estados Unidos.

Tras las fuertes inversiones de empresas españolas en Latinoamérica desde finales de los 90 ahora le ha tocado el turno a China, que ha centrado su mirada y planes de expansión hacia una región dominada tradicionalmente por el poderío económico de EEUU.

En noviembre, el presidente chino, Hu Jintao, visitó durante dos semanas Latinoamérica, con escalas en Argentina, Brasil, Chile y Cuba, para promover la inversión y el comercio con Pekín.

Hu no se detuvo en Venezuela, pero sí lo hizo hace dos semanas el vicepresidente chino, Zeng Qinghong, en otra gira por varios países respaldado por una amplia delegación de funcionarios y empresarios.

La estancia de Zeng en Caracas mostró hasta qué punto alcanza el interés del gobierno chino por acceder a las materias primas y el mercado latinoamericano.

El presidente venezolano, Hugo Chávez, destacó su disposición a abastecer de crudo a China para reducir la dependencia de EEUU, país que le critica su supuesto método autocrático de comerciar.

La eventual reducción de las exportaciones venezolanas de crudo a EEUU debería provocar la alarma en Washington, dado que aumentaría su dependencia del Oriente Medio, pero hasta ahora el gobierno del presidente George W. Bush sigue concentrado en otras prioridades.

Quiénes no desean perder la oportunidad del manifiesto interés comercial por la región son los gobiernos latinoamericanos que como Brasil ha hecho una clara apuesta por China como «socio estratégico».

Durante la visita del presidente Hu a Brasil, ambos gobiernos firmaron varios acuerdos, entre ellos uno en el que el país sudamericano concedió a China el estatus de «economía de mercado».

Para China esto fue un paso hacia su objetivo de lograr el mismo reconocimiento por parte de Estados Unidos y la Unión Europea.

Brasil obtuvo a cambio facilidades de acceso para productos como la carne bovina y de pollo al enorme mercado chino, que es ya el tercer socio comercial individual del país, después de EEUU y Argentina.

Por su parte, México, la segunda economía latinoamericana, volvió a inclinarse por el turismo en sus planes de acercamiento a China, un país con el que mantiene un déficit comercial importante y con el que rivaliza por el mercado de EEUU.

En la reciente visita a México del vicepresidente Zeng se formalizó la aceptación del país latinoamericano como destino turístico para las agencias de viajes chinas.

La firma del acuerdo turístico estuvo acompañada por otros cinco convenios más en materias como el comercio (importaciones de manzanas y exportaciones de aguacates), la cooperación jurídica, las medidas fitosanitarias y el transporte marítimo.

Pese a que México criticó su déficit comercial con China, de unos 6.000 millones de dólares anuales, y la pujanza de Pekín en EEUU, principal mercado del país latinoamericano, las autoridades mexicanas han cambiado la actitud con el respaldo a varios acuerdos.

La aceptación de México como socio turístico de China ofrece posibilidades de nuevos ingresos en un sector más flexible que el del comercio.

Mientras tanto, Argentina ha puesto en las relaciones comerciales con China parte de sus esperanzas de recuperación económica, con unos acuerdos por los que puede duplicar sus ventas a ese país en cinco años y recibir inversiones por 20.000 millones de dólares en la próxima década.

Los convenios bilaterales más importantes se suscribieron en noviembre pasado, durante la visita del presidente chino a Buenos Aires.

Hu anunció entonces su intención de invertir durante la próxima década 19.710 millones de dólares en Argentina, lo que fue destacado ampliamente por las autoridades de Buenos Aires.

Y por la importancia que China concede al valor estratégico de las vías del comercio internacional se explica su fuerte presencia en Panamá, tras convertirse en uno de los principales usuarios del Canal, al colocarse en segundo lugar después de EEUU, pero por encima de Japón, Chile, Corea y Perú.

Esto ha reforzado su intercambio comercial con Panamá y el resto de Centroamérica.

Mientras tanto, EEUU sigue acumulando un enorme déficit comercial con China, al acercarse a los 125.000 millones de dólares anuales, y sin mostrar interés por la penetración comercial china.

Según el director del departamento de América Latina de la Escuela de Estudios Internacionales Avanzados en Washington, Riordan Roett, la Casa Blanca sólo tiene ojos para su lucha contra el terrorismo, la guerra en Irak y la seguridad nacional.

«Hay un vacío en Latinoamérica», aseguró Roett, y al parecer China, con su apetito casi insaciable de materias primas, ha comenzado a llenarlo para garantizar sus líneas de abastecimiento.

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