China y América Latina desarrollan un vínculo económico inalterable

China y América Latina desarrollan un vínculo económico inalterable

Los préstamos chinos superan los de Banco Mundial, BID y el Andino

Fue por el 2000 cuando la irrupción global china se hizo patente y fue el momento en que se inicia una intensa interrelación con América Latina y el Caribe que se desarrolla y profundiza incesantemente. Ese año el flujo comercial bilateral registró 12600 millones de dólares.

Diez años más tarde, el monto era casi 200 mil millones y la CEPAL consideró haberse llegado a un punto de madurez para avanzar a un vínculo estratégico de beneficio mutuo.

Recomendó que la región se orientara a diversificar su oferta con mayor valor y conocimientos agregados; fomentar alianzas empresariales comerciales y tecnológicas e, incluso, orientar inversiones hacia Asia para insertarse en las cadenas de producción estructuradas en torno a China. Ocho años después, 2018, con un intercambio que superaba los 307 mil millones –crecimiento promedio anual de 17 mil millones- reconocía que China era el “socio comercial más potente de la región”.

El intercambio aumentó ese año un 18.9% sobre 2017. Ese 2018 las exportaciones chinas a esta región alcanzaron los 148790 millones de dólares, pero las importaciones fueron de 158610 millones para un superávit favorable para América Latina de 9820 millones. China es el segundo socio económico comercial regional pero primero en varios de los principales países.


Para las autoridades económicas chinas la región es zona de “cooperación natural” con relaciones sustentadas en “beneficio mutuo, ganancia compartida y desarrollo común”.

Las inversiones directas chinas superan 200 mil millones con 2 mil empresas presentes que han creado más de 1 millón 800 mil empleos.Algunas fuentes ubican en más de 300 mil millones las inversiones chinas en la región. Los préstamos chinos para el desarrollo superan los del Banco Mundial, el BID y el banco andino.

A esas oportunidades nadie quiere renunciar (el ultra aliado de EEUU, presidente Bolsonaro, quiere aumentar el comercio conChina. Costa Rica, amigade EEUU, pensando en el interés nacional, acaba de cursar una invitación al presidente Xi Jinping). Inicialmente las inversiones de Beijing se dirigían a petróleo, gas, minerales, pero ahora más del 50% de la misma se enfoca en servicios y los inversores se fijan en transporte, finanzas, generación y transmisión eléctrica, servicios de energía alternativa, informática y comunicaciones.

Además, desarrollan plataformas financieras comerciales aliándose al sector privado. Cuatro bancos chinos han incrementado su presencia regional frecuentemente asociados con bancos internacionales. Atendiendo a las preocupaciones globales, el gobierno ha emitido directrices estrictas medioambientales y sociales para quienes invierten en el exterior.

La enorme clase media china diversifica la estructura de la demanda constituyendo una posibilidad tanto de incremento de las importaciones como su cambio de estructura. La región debiera saber aprovechar pragmáticamentelas desavenencias entre China y EEUU y obtener beneficios económicos,la bipolaridad abre nuevos espacios de negociación.

Superando prejuicios ideológicos trasnochados hay que visualizar una realidad objetiva: el extraordinario crecimiento registrado por Beijing lo convirtió en líder exportador global, en tanto EEUU continúa como el gran importador. Eso no lo cambia nadie por mucho que se vocifere. Podrán alterarse en algo los volúmenes pero no el signo. El nivel de encadenamiento productivo global es demasiado sólido y profundo.

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